Desde hace cuatro años El Correo de Andalucía organiza un concierto de Navidad en la Catedral. Erigido ya en una tradición más de estas fechas, el espectáculo cuya recaudación irá destinada a Cáritas contará con Antonio Cortés, uno de los nombres revelación de la música más importantes surgido en los últimos años.Consagrado a la copla, pero no sólo, él será artista invitado en una noche que protagonizarán la cantaora Esperanza Fernández y el pianista Dorantes.
¿Cómo se le queda a uno el cuerpo después de recibir la llamada de Esperanza Fernández invitándole a sumarse a este concierto de Navidad? Pues es una invitación que se encaja divinamente. El que te llame un artista de esta categoría, donde siempre me he mirado y del que he aprendido cada día, es un honor. Dije que sí rápidamente, sin pensármelo.
¿Cómo están transcurriendo los ensayos? El tiempo que tenemos no es el mayor del mundo.Pero sí suficiente para hacer algo muy profesional y, sobre todo, con alma.
¿Cuál va a ser su papel exacto en el concierto? Voy a hacer un dueto con Esperanza y también cantaré un villancico en solitario. Los temas se desvelarán allí mismo, minutos antes de empezar.
¿Cómo se lleva con los villancicos? Siempre me han gustado los conciertos navideños, pero esta es la primera vez que voy a participar en uno. A mí los villancicos flamencos me parecen los más impresionantes. Así es como más deslumbran. Lo mismo dentro de algunos años me atrevo con más, pero tiene que pasar aún mucho tiempo para ello.
¿Cuál cree que va a ser su mayor aportación en su debut con el género? La novedad que yo puedo aportar es la frescura, el ser tan distinto de Esperanza Fernández y Dorantes. No soy flamenco, aunque me encante. Y ahí, en esa vía distinta, es donde jugaré mi mayor baza.
¿Influirá en su personalidad vocal el estar rodeado de artistas jondos? Creo, sin querer sonar presuntuoso, que mi personalidad vocal ya la tengo. Y eso no cambia. Siempre puedo mejorar, obviamente. Y como me gusta afrontar cosas nuevas y resultar novedoso en la medida de mis posibilidades, confío en poder aportar algo realmente bello en compañía de unos artistas que para mí son tan especiales.
¿Le condiciona el escenario?Una Altar Mayor de laCatedral de Sevilla en el que pocos tienen la oportunidad de actuar... Desde luego impresiona. He tenido ocasión de ver algún concierto allí y siempre pensé que el marco no podía ser más bello para hacer música, para hacer arte. Es otro honor añadido el poder subir a ese escenario y dar lo mejor de mí. Pero además quiero recalcar que es importantísimo que los artistas nos impliquemos y hagamos este tipo de conciertos tan especiales, benéficos, solidarios. Es una pequeña manera de devolver a la parte de la sociedad que más lo necesita todo el calor y el cariño que recibimos diariamente de ella, calor del que se alimentan nuestras carreras.
¿Cómo cree que sus fans responderán a la cita? Pienso que una de las cosas más importantes que he conseguido es tener un público fiel y seguidor que acude a cada llamada. Y estoy seguro que mis seguidores no se van a perder un concierto que me va a aportar tanto como artista. No creo tampoco que quieran perderse un momento inédito como el dueto que haré con Esperanza, con quien coincido por primera vez en escena.
Se encuentra en plena promoción de su nuevo disco, Los secretos de la copla. ¿Cómo serán sus próximos directos? Soy muy racial en ese sentido y me gusta tomarme una mayor libertad con respecto al álbum. Todo está preparado ya para dar a conocer el trabajo en toda España. En Sevilla lo presentaré el próximo 5 de abril en el Teatro Lope de Vega y contaré para ello con Diana Navarro.
Al margen de la copla ya ha tanteado numerosos géneros. ¿Hay alguno en el que no se haya sentido cómodo? No me considero un cantante de géneros concretos, soy un intérprete. Con esto quiero decir que no veo problemas en afrontar unos u otros géneros, es más una cuestión de canciones. Lo poco que he cantado y no he sentido me ha resultado imposible llevarlo a buen puerto. Por lo demás quiero cantar, con mi propio estilo, todo lo que suene bonito en mi voz. Me encuentro en una fase en la que soy muy permeable a las sugerencias, estoy dispuesto a sembrar muchas semillas, a ver que sale. Luego vendrá la cosecha, y me quedaré con los mejores frutos.
