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Los voluntarios comienzan a peinar el río en busca de Marta

La búsqueda de Marta ha ido un paso más allá. Ya no bastan las llamadas ni el rastreo de los perros: desde ayer, cuadrillas de voluntarios buscan alguna pista sobre su paradero rastreando la ribera del río, especialmente en el tramo entre el Charco de la Pava y el Alamillo.

el 15 sep 2009 / 22:16 h.

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La búsqueda de Marta ha ido un paso más allá. Ya no bastan las llamadas ni el rastreo de los perros: desde ayer, cuadrillas de voluntarios buscan alguna pista sobre su paradero rastreando la ribera del río, especialmente en el tramo entre el Charco de la Pava y el Alamillo. El padre, pese a los rumores, no da a su hija por muerta, pero asume que "hay que poner los pies en el suelo".

Ya lo intentaron el jueves, pero la lluvia impidió la batida. Ayer no. Antes de las 8.00 horas, una treintena de voluntarios pertenecientes a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil), agentes locales, Bomberos y personal del 061 comenzaron a peinar las riberas del río Guadalquivir en busca de la más mínima pista que pueda desentrañar el misterio que aún es la desaparición de Marta del Castillo Casanueva, de 17 años, de la que no se tienen noticias desde hace hoy 14 días. Se trata de personal con formación especializada pero que realiza esta labor de forma desinteresada, gratuita y en sus horas de descanso. Las batidas se repetirán en los días sucesivos en toda la ciudad aunque, en principio, el eje de su trabajo será el río, ya que es uno de los espacios más ocultos de la ciudad y, además, los distintos perros usados para seguir el olor de la adolescente marcan reiteradamente zonas cercanas al río, sobre todo en Triana. "En las calles, en la superficie, todo es más visible", apuntaba ayer uno de los voluntarios.

Para comenzar, se dividieron en grupos de tres o cuatro personas y se desplegaron en la zona norte de Sevilla, en el Charco de la Pava y los alrededores del Estadio de la Cartuja y el parque del Alamillo. Peinaron la zona con varas de hierro y madera para abrirse camino entre las cañas. En su camino encontraron varias prendas de ropa, antiguas y mojadas, pero ninguna que tuviera relación con la joven de la barriada Tartessos. Su búsqueda se vio completada en el agua por la lancha de Lipasam, que ayer comenzó a limpiar las márgenes del río con el fin de localizar algún resto que se encontrase enganchado entre el follaje. El abuelo de Marta, José Antonio Casanova, se acercó hasta Triana para presenciar las tareas de la lancha "y ayudar en lo posible". Desde que su nieta desapareció, cada mañana se echa a la calle no después de las seis para buscar "aunque sea una pista pequeña".

La contribución de la lancha en la búsqueda de la joven es "muy importante" para su padre, Antonio del Castillo, quien pidió ayer al Ayuntamiento de Sevilla que la ponga a trabajar "diariamente". "Allí se puede esconder cualquier cosa. Yo no quiero que mi hija no aparezca ahora y sí se encuentre al tiempo allí", señaló. Lo dijo con desesperación, con rabia, en la enésima rueda de prensa que concedió en la puerta de su casa, el número 3 de la calle Argantonio. En su intervención, cargada de reproches contra la Policía por la falta de datos de la investigación, el padre se armó de valor para afrontar directamente una pregunta que no quería oír: "¿Creen que su hija puede estar muerta?", preguntó una periodista. Del Castillo contestó rápido que no, que no da por muerta a Marta, que no contempla esa posibilidad "horrible", pero a renglón seguido añadió: "Hay que poner los pies en el suelo, porque la niña lleva 13 días sin aparecer". Es la primera vez que la familia de la menor se pronuncia de una forma tan clara sobre la posibilidad de su fallecimiento, un rumor que lleva dos días recorriendo la ciudad sin fundamento.

El padre no abundó más en esa hipótesis, pero sí que lo hizo en su queja de días atrás por lo "perdida" que, a su juicio, se encuentra la Policía Nacional a la hora de resolver el caso. El hombre agradeció el "esfuerzo" de los agentes, del que le informó el jueves por la noche el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en una reunión. "Hemos recibido mucho apoyo, y nos hace falta, pero les pido que hagan algo ya, porque nadie dice nada", lamentó. Antonio del Castillo -arropado por su suegro ante la prensa- afirmó indignado que no entiende que "pasen estas cosas" en una ciudad como Sevilla y que no haya avances en la investigación. "Yo sólo sé que mi hija hace 13 días que no duerme en su cama y que nadie dice nada. Alguien le está echando un pulso a la Policía y lo está ganando", reprochó en un tono vehemente y dolido. Reclamó a los medios que "presionen" a las administraciones y lamentó la "espera" de las familias, "como siempre". "Ante eso, ¿qué nos dice la Policía? Que paciencia. Bien, paciencia, pero esto es una desesperanza, todos los días lo mismo. Yo no puedo más", dijo, dando por cerrada su intervención ante los medios.

De la investigación policial no trascendieron detalles, aunque a la familia se le transmitió que "iba por buen camino", dijo el padre. El perro Sultán, que un entrenador particular trajo desde Cataluña hace una semana para ayudar en el caso, se marchó ayer tras repasar sin éxito varios polígonos. Sólo encontró su rastro en el puente de Triana.

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