El escritor Emilio Losada recibió ayer en Sevilla el I Premio Guadalquivir de Narrativa para Autores Noveles por la obra La quintaesencia suave (RD Editores), siendo "el definitivo pistoletazo de salida a su andadura como novelista de vocación" de este autor curtido artísticamente en los ambientes pre-Expo de Sevilla, ciudad en la que lleva afincado desde los siete años.
Según informó la editorial a Europa Press, Losada lleva media vida colaborando con artículos, poesía y relatos cortos en varias publicaciones literarias y en antologías internacionales. En 1995, fundó el Movimiento Sibarita como "contraofensiva a la creciente esnobismo de los artistas locales" y, mucho antes, allá por la segunda mitad de los años 80, inició su singladura como compositor, guitarrista y cantante en grupos de rock.
En La quintaesencia suave se contrasta, según el sello andaluz, "la ciudad que se fue con otra inmersa en un desconsiderado proceso de estandarización". Además, da cabida a artistas narcisistas, hipsters sobrevivientes, paraísos artificiales y voyeurismo accidental, que conforman el espacio vital de un ángel venido a menos que, hostigado ante su inexorable deterioro físico, rememora con nostalgia la época en la que ejercía de don Juan en las noches de finales de los años 80 y primeros 90, cuando las vocaciones apuntaban alto y la camaradería se presuponía a prueba de décadas.
