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Luces de esquizofrenia

A las variedades esquizofrénicas que horadan Sevilla con túneles sentimentales más profundos que los del Metro (reivindicación de árboles por el oxígeno y rechazo del tranvía, llanto por el alto precio de los pisos y porque no se venden, protesta por los trasportes públicos y por los atascos de vehículos privados?) se une la de las luces de Navidad.

el 15 sep 2009 / 18:04 h.

A las variedades esquizofrénicas que horadan Sevilla con túneles sentimentales más profundos que los del Metro (reivindicación de árboles por el oxígeno y rechazo del tranvía, llanto por el alto precio de los pisos y porque no se venden, protesta por los trasportes públicos y por los atascos de vehículos privados?) se une la de las luces de Navidad, que es como una regla de tres compuesta: comerciantes del centro pidiendo que las pague el ayuntamiento, o sea, que se las paguemos todos y sólo a ellos y, naturalmente, protesta subrogada de los que no son del centro aduciendo el mismo derecho a cobrárnoslas.

A esta diatriba se suma la del diseño (concepto que, al parecer, sólo debe existir fuera de los establecimientos y no dentro) y comienzan los agravios comparativos con otras ciudades. Por arte de birlibirloque han desaparecido del panorama la crisis, las emisiones de CO2 y el cambio climático, el endeudamiento de las administraciones municipales? todo lo que dijo el ministro Corbacho sobre el esfuerzo y el sacrificio colectivo, acogido con claros signos de asentimiento. Han desaparecido los belenes, los campanilleros, la alegría, incluso la Navidad.

Es en estas ocasiones cuando se echan de menos filósofos como Aristóteles, con fuerza para ordenar el mundo, o como Descartes, capaces de plantear la duda metódica para llegar a convicciones sólidas. Ahora tendría que venir otro que solucionara cómo se puede clamar por un nuevo orden mundial y, a la vez, pretender seguir como siempre pero con más bombo. Puede que necesitemos a un nuevo Freud con sofá para poder confesar nuestras inconsistencias aunque se abriera una nueva polémica: ¿tendríamos que pagarlo los que no tenemos comercios o el sofá lo compraría el Ayuntamiento y la consulta sería a cargo de la Seguridad Social?

Antonio Zoido es escritor e historiador

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