Mientras en un puñado de ciudades y pueblos de España celebran homenajes para los héroes de Londres, identificados exclusivamente por esas medallas que marcan la frontera entre el éxito y el fracaso -el caso de la piragüista Teresa Portela, casi pidiendo perdón en el recibimiento a los deportistas gallegos por no traer una medalla, pese a ser ¡cuarta! resultó increíble- el atletismo anda revolucionado precisamente por lo contrario. Llueven las críticas. Ningún medallista y sólo cuatro finalistas.
Todas las miradas apuntan hacia el presidente de la Federación Española, José María Odriozola, que ayer, en entrevista con el diario Marca, llegaba a cuestionar la profesionalidad de unos atletas a los que, precisamente, les cuesta dios y ayuda hacer del atletismo una profesión por falta de ayudas públicas y privadas. Camino de Estocolmo, Luis Alberto Marco, semifinalista olímpico en los 800 metros, compartía algunas reflexiones sobre el estado de las cosas en su deporte.
Viajaba solo en su coche hacia Málaga, donde cogía un vuelo para Estocolmo, donde va a participar mañana en la serie B de los 800 de la DN Galan, incluida en la Diamond League. "Me va a costar el dinero, no me pagan por ir, pero quiero intentar hacer marca". Anda el pupilo de Paco Gil aún dándole vueltas a su actuación en los Juegos. Está, probablemente, en la prueba, junto a los 100 metros lisos, con más nivel de las carreras olímpicas. "No estoy disgustado, pero tampoco contento. Competí bien, con valentía, tácticamente bien, pero esperaba haber rendido más. Entrar en la final estaba dificilísimo, pero quería mejorar mi marca en la semifinal. En los últimos metros me fallaron las fuerzas, no sé el motivo y eso me inquieta".De los Juegos se vino con el puesto número 20 del mundo, cuando llegó a Londres con la marca 27 del ranking.
"Significa que estuve a mi nivel. Yo no puedo hablar de los demás españoles. El debate es complicado. Cada vez hay menos atletas con nivel pero es que el nivel cada vez es mayor. Este deporte no necesita infraestructuras como otros y puede aparecer un atleta de botswana y correr en 1:41 (Nijel Amos, plata olímpica). Hay muchas cosas. Tengo una beca de 7.500 euros al año, además tiro con lo que saco en las carrreras y otras ayudas. Vivo al día, con la incertidumbre de si podré pagar esto o aquello. Le pongo dedicación plena y tengo lo justo. A veces no te centras". Le cuento que Fermín Cacho, según Odriozola, dice que ahora se entrena la mitad que en su época. "Aquí no ha venido nunca a vernos entrenar. En nuestra prueba, Kevin y Reina son los dos mejores de la historia de España, y yo estoy ahí". "El futuro es complicado, no viene gente detrás ni siquiera para ser internacionales. Son muchas cosas, falta cultura deportiva, los medios sólo se preocupan del fútbol salvo cuando llegan los Juegos. Los niños no ven otros deportes y encima en el atletismo ahora no tenemos referentes. Yo quise ser atleta en buena parte por ver a Cacho ganar en Barcelona". No cree que con cambiar al presidente de la Federación se solucione todo. "Soy de los que piensa que debe haber un cambio, pero también quiero escuchar las propuestas de García Bragado".Piensa Luis Alberto Marco que se necesita un cambio integral y por supuesto, dinero. "El equipo británico ha tenido una residencia abierta todo el año en Kenia para los atletas que quisieran viajar allí a prepararse en algún momento".
Y cuenta, por oposición, una circunstancia con la que ellos conviven en Sevilla. "Compartimos pista con opositores y aficionados, que se paran en mitad de la pista cuando nosotros estamos con las series y hemos tenido incidentes. No hay forma de regular los horarios. Y somos atletas olímpicos. A nosotros, dentro de lo que hay, nos dan facilidades, pero como si nos hicieran un favor, y no debería ser así", explicaba.
