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Luis Errazquin: "Hay que hacer mucho más en la detección precoz del cáncer"

El jefe de Oncología Radioterápica del Hospital Macarena desde hace 33 años ha recibido la medalla de oro de la Sociedad Española de esa especialidad por su trayectoria

el 25 oct 2009 / 21:35 h.

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El doctor Errazquin, en uno de los aceleradores lineales de su unidad.

-Es jefe de Oncología Radioterápica desde 1976. ¿Cómo era entonces la unidad?
-La infraestructura era mínima... ¡¡¡Teníamos 180 metros cuadrados de espacio y ahí estábamos Medicina Nuclear, Electroterapia y Radioterapia!!! [Ríe] En cuanto a personal, éramos el doctor Juan Ramón Zaragoza, dos adjuntos y yo. Hoy somos una veintena de profesionales de todo tipo: técnicos, enfermeros, celadores... ocho somos oncólogos.

-Los tratamientos han cambiado mucho en ese tiempo.
-Sí, sobre todo por la tecnología. Y los pacientes también. En 1976 apenas contábamos con una unidad de cobalto. Teníamos que hacer una radioterapia casi manual. Ya en los años 80 conseguimos traer al Macarena el primer acelerador de electrones para radioterapia. Hoy tenemos dos y hay un tercero montado. No tiene nada que ver a cómo estábamos hace 30 años y esto, unido a la detección precoz, ha permitido importantes tasas de curación en algunos casos, sobre todo cáncer de mama, y que muchos tipos de cáncer sean enfermedades crónicas.

-¿En qué sentido han cambiado los pacientes?
-Tienen más conocimiento de la enfermedad. Eso beneficia también la detección precoz. Hay muchísimas mujeres que vienen al hospital porque ellas mismas se detectan una anomalía en la mama. Así se consigue ganar mucho tiempo. El cáncer ya no es un tema tabú como hace 30 años. Entonces la relación con el paciente era muy difícil.

-¿Qué cosas ocurrían?
-Uno intentaba decirle a alguien que tenía cáncer y la familia venía por detrás para que no le dijeras nada. Eso ocurría continuamente y entorpecía mucho la relación médico-paciente, la volvía muy incómoda. Pero además hoy el paciente suele tener un nivel cultural mayor y dispone de más información y eso beneficia a la hora de explicarle su enfermedad y en qué consiste el tratamiento.

-¿Qué ventajas tendrá el tercer acelerador lineal y cuándo estará en funcionamiento?
-El equipo ya está en el hospital. Queda acabar el búnker donde funcionará y calibrarlo. Eso requiere mucho tiempo... para abril o mayo podremos comenzar a utilizarlo. En cuanto a las ventajas, son muchas. Permite la radioterapia a partir de una imagen del tumor, con lo que el tratamiento se adapta perfectamente al órgano o la parte de los órganos afectados y podemos ir cambiándolo y adaptándonos según cambie el tamaño del tumor... Además, podemos hacer una radioterapia selectiva, es decir, atacar sólo las células tumorales sin dañar las sanas y emitir diferentes tipos de radiación dentro de un tumor concreto. Así, los daños al paciente son mucho menos.

-El 25% de la radioterapia de su unidad tiene fines paliativos. ¿Es demasiado?
-Lo ideal es que fuera menos, un 10% o 15%, pero no es así porque muchos pacientes son diagnosticados ya con un cáncer muy avanzado. Ocurre con frecuencia en el de pulmón. Hay que hacer mucho más todavía en la detección precoz del cáncer para mejorar la supervivencia.

-Éste es uno de los equipos que ha comprado Salud dentro del Plan de Oncología. ¿En qué situación está Andalucía?
-El plan ha servido para dar un salto enorme en la atención al cáncer en la comunidad, eso es cierto. Sin embargo, en cuanto a equipos de radioterapia aún estamos por debajo de la media recomendada: en la comunidad hay un acelerador por cada 250.000 personas y debería haber uno por cada 150.000.

-¿Debería haber equipos en hospitales comarcales para evitar desplazamientos a los hospitales de referencia?
-Puede que en algunas áreas alejadas fuera de utilidad, pero sin embargo esos equipos habría que acompañarlos de profesionales y eso no es tan fácil.

-Hay déficits de oncólogos radioterápicos.
-Sí, no nos libramos.

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