Cuando se llega a la recta final del campeonato y hay objetivos que conseguir se puede jugar bien, tratar exquisitamente el balón, pero es tan importante ganar, como sea, que todo queda en segundo plano. El Sevilla, que no está en su mejor momento de juego, por ello tiene que ir echando mano de otros recursos, bien individuales o colectivos, para que con un calendario asequible pueda lograr el primer objetivo que es la Champions. Pasó el Tenerife, ahora Málaga y Valladolid serán los siguientes rivales y con 72 horas de por medio, seguirán Sporting y Getafe para completar 5 partidos donde los 15 puntos en juego tienen que ser el objetivo prioritario por la enorme superioridad sevillista sobre esos próximos rivales.
Acciones individuales. Si observan detenidamente el partido del Tenerife verán que en acciones individuales Kanouté y Luis Fabiano, añadan el golazo del canterano José Carlos, solucionan la papeleta. En el juego entre los equipos las diferencias no fueron tantas, pero donde el fútbol decide sí hubo una clara superioridad sevillista: la contundencia ante el gol. Si Antonio Álvarez logra que los dos delanteros se impliquen al máximo y lo den todo en estos partidos últimos, el Sevilla puede hasta arrebatar al Valencia la tercera plaza y en el peor de los casos asegurar el cuarto puesto. Hoy por hoy, en el fútbol actual, con esta pareja de delanteros, el Sevilla hasta cuando los partidos se atascan tiene la esperanza de que en algunas de sus apariciones, como sucedió el Sábado Santo, la balanza la inclinen a su favor.
Fútbol a las tres de la tarde. Vayan pensando en los partidos a las tres de la tarde para un próximo futuro. El Sábado Santo, un decisivo Manchester United-Chelsea en la Premier se jugó a las 12.45 (hora inglesa) para que conectaran con el propietario de los derechos del fútbol inglés -la cadena Sky Sports- la friolera de 211 países ansiosos de ver el partido. Un Real Madrid-Barcelona se juega el próximo sábado a las 22.00 horas, aun siendo de mayor interés por Messi y Cristiano Ronaldo, pero el horario no es el adecuado para muchísimos países y se van millones y millones tirados por la borda del horario. El operador que paga y los equipos que cada día quieren más dinero por la televisión no tardarán en adecuarse a los horarios que rigen en el fútbol inglés. Tiempo al tiempo.
