Cultura

Luis Mariscal recibe el alta y ya se recupera en su domicilio

el 14 sep 2010 / 20:33 h.

Pedro Castro es presidente de la FEMP.
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La casa de Luis Mariscal era una fiesta. Toda su familia acompañaba al banderillero después de que abandonara la Clínica Sagrado Corazón, en la que ha permanecido ingresado un largo mes recuperándose de las gravísimas heridas sufridas en la noche del 15 de agosto. Entonces se llegó a temer por su vida y ayer abandonaba el centro sanitario apoyándose en unas muletas pero valiéndose por sí mismo y consciente de que aún le queda un largo camino antes de volver a enfundarse el vestido de torear.

El torero salió escoltado por los doctores Vila y Font, que han sido los responsables del seguimiento de su evolución clínica desde que se produjo el percance y que ayer certificaron que había llegado el momento de firmar el ansiada alta médica. Antes de marcharse quiso despedirse de su compañero Jesús Márquez, que permanece ingresado en la UCI después de sufrir una gravísima cornada que le tuvo a las puertas de la muerte.

Recién llegado a casa, el torero expresaba sus primeras sensaciones: "Me encuentro bien pero aún tengo fuertes dolores en el pie izquierdo que me irá tratando el doctor Miguel Ángel Merino. Los problemas en la planta del pie son los que más fastidiado me tienen", explicaba Mariscal, que desconoce cuándo podrá comenzar los ejercicios de rehabilitación del miembro herido. En cualquier caso, se muestra optimista: "Estoy deseando volver a entrenar. Ya puedo andar con mis muletas, procurando forzar la pierna lo menos posible pero los médicos me han dicho que cada paciente es un mundo y aún es pronto para aventurar un plaza de recuperación", explica.

En ese sentido, los médicos siguen siendo cautos. Tal y como ya advirtió el doctor Vila, "tendrá que afrontar la rehabilitación de los destrozos de varios músculos importantes". El cirujano jefe de la Real Maestranza también ha incidido en que "el principal problema que presenta ahora es ese dolor en la planta del pie, que poco a poco va superando. Él está andando y la recuperación sigue los cauces normales". De la misma forma, el torero estará obligado a llevar un fuerte vendaje comprensivo y a seguir un estricto tratamiento farmacológico, además de revisiones y curas periódicas antes de comenzar la rutina de rehabilitación.

Mariscal fue herido el pasado 15 de agosto por el quinto toro de la ganadería de Peñajara cuando trataba de colocarle un par de banderillas. El animal se distrajo y modificó la trayectoria de su viaje pero el banderillero prefirió ahorrar un nuevo capotazo y arrancó para banderillear, siendo sorprendido por la carrera del astado, que le ganó la acción prendiéndole por el muslo izquierdo. Mariscal tuvo que ser sometido a una compleja y larga operación. El percance le produjo importantes destrozos vasculares y musculares en cinco trayectorias diferentes.

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