Cultura

Luis Mateo Díez: «Sólo soy dueño de mi imaginación»

Luis Mateo Díez cree que, como escritor, no es "propietario de nada" y sólo es dueño de su imaginación, "de una mirada especial para observar la vida", y por eso concibe la literatura como "una conquista de lo ajeno", frente a quienes se dedican a "mirarse el ombligo" en sus libros.

el 16 sep 2009 / 04:38 h.

Luis Mateo Díez cree que, como escritor, no es "propietario de nada" y sólo es dueño de su imaginación, "de una mirada especial para observar la vida", y por eso concibe la literatura como "una conquista de lo ajeno", frente a quienes se dedican a "mirarse el ombligo" en sus libros. "Soy un escritor de ficciones que hace en lo ajeno, en lo extraño o extranjero, todas sus conquistas, todos sus descubrimientos", decía ayer Mateo Díez, protagonista absoluto de la primera jornada del ciclo Lecciones y maestros, que se centrará hoy en la obra de la escritora mexicana Ángeles Mastretta y mañana, en la del español Antonio Muñoz Molina.

Organizadas por la Fundación Santillana y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), estas jornadas reúnen en Santillana del Mar a escritores, críticos literarios y académicos de varios países en un intento de profundizar en la obra de grandes autores para "valorar como es debido su contribución a la gran biblioteca universal del conocimiento del alma humana", decía ayer en la presentación Ignacio Polanco, presidente de la Fundación.

Tras las lecciones magistrales que dieron Carlos Fuentes, Juan Goytisolo y José Saramago, en 2007, y las de Mario Vargas Llosa, Arturo Pérez-Reverte y Javier Marías, en 2008, ayer le tocaba el turno al novelista leonés Mateo Díez, "un maestro de la imaginación" y uno de los escritores españoles contemporáneos "más importantes", según subrayó el escritor José María Merino, encargado de presentar al protagonista del día.

A Mateo Díez (Villablino, León, 1942) no le gusta demasiado la llamada "metaliteratura" ni que el escritor se convierta en protagonista de sus propias novelas y, "ensimismado", construya su mundo personal desde sus referencias vitales. "En la invención de uno mismo, el orgullo se permite hasta la petulancia, a nadie debemos nada de la inmersión que podamos hacer, Lo propio permite un disfrute que nos emparenta, si nos descuidamos, con ese placer avaricioso de quien se mira el ombligo". No es esa la concepción que el autor de El reino de Celama tiene de la literatura. Desde su primera novela tuvo la sensación de que lo escrito no le pertenecía y, con el paso del tiempo, se hizo fuerte en la idea de que la ficción es "la conquista de lo ajeno". Y "la imaginación es el camino".

Y es que Mateo Díez sabe que "la vida también se vive contándola, y que el patrimonio imaginario, el de las vidas y experiencias inventadas y contadas, es infinitamente más rico y apasionante" que el de su particular existencia. Como le diría a Efe al finalizar su intervención, Mateo Díez cree que hoy día la ficción "está un poco desacreditada, porque hay en el mercado mucho producto precario y comercial" y, además, los escritores "han hecho dejación de la conquista de lo ajeno".

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