N. J.
El presidente de Isla Mágica, Luis Navarrete, defiende que el concurso de la Junta no se hizo en buen momento, por la crisis, y que Cajasol apoya el parque al máximo. A su juicio, en dos años se eliminarán los números rojos
-¿Qué impresión le ha causado su nueva casa?
-El cargo lo acepté con ilusión por lo que significa esta empresa en generación de riqueza para Sevilla y Andalucía. Yo la conocía desde la Diputación, Caja San Fernando y después Cajasol, así que sabía las vicisitudes que ha atravesado durante los últimos 12 años, pero en los cuatro últimos se ha hecho un trabajo importante. Se ha logrado una nueva concesión a 50 años, nos hemos desprendido de activos como el pabellón del Futuro y ganamos parcelas en el PGOU para servicios terciarios. El proyecto de Isla Mágica pasa por desarrollar esos suelos.
-¿En un par de años desaparecerán los números rojos?
-Ahora creemos que es posible que en unos dos años podamos hacer que la empresa sea rentable desde el punto de vista de resultados netos. La previsión para este año, y se está cumpliendo a 30 de junio, es que si separamos los intereses y la amortización, parte de la rémora, saldrán resultados positivos. Si bien cuando hablo de consolidar la viabilidad económica de la empresa ahí hay que incorporar el desarrollo urbanístico de las parcelas. Ese complemento de actividad es lo que posibilitaría esa consolidación. Un parque de esta categoría, para que siga siendo un parque atractivo y con tirón de turistas de España y de fuera de España, necesita invertir de manera continuada.
-Los trabajadores manifestaron su temor por que las cajas no se implicasen al máximo en el proyecto al verse casi obligadas a seguir en Isla Mágica ante la falta de otras ofertas.
-En ningún momento los accionistas, y Cajasol en particular, dejaron de apoyar al parque. Precisamente la entrada de El Monte y Caja San Fernando, y fundamentalmente el proyecto de Cajasol, fue lo que hizo posible que el parque saliera del agujero en el que estaba. Es verdad que había un planteamiento de los accionistas mayoritarios de ir acompañados de socios a la nueva adjudicación. Había 13 empresas, pero finalmente no se pudo.
-¿Por qué no hubo ofertas? ¿Por la crisis, porque no se ve rentable??
-Mi opinión es que la licitación coincidió con un mal momento. Estábamos ya metidos en la crisis y eso tuvo mucho que ver.
-¿Cómo va la temporada?
-Como estaba previsto, a pesar de la crisis. Ya hemos recibido más de 300.000 visitas. Esperamos tener otras 500.000 más hasta el 13 de septiembre, cuando acaba la temporada de verano, y casi hemos terminado la temporada de escolares con 85.000 alumnos hasta el 30 de junio. De ellos, 35.000 llegaron del 16 al 19 de junio. Esperamos un total de 100.000.
-¿Se han vendido menos pases que el año anterior?
-Se han vendido 18.000 pases de temporada y aún se siguen vendiendo, por eso creemos que vamos a llegar a alrededor de 20.000. Un pelín por debajo que el año pasado, pero está dentro de la previsión. Estamos en condiciones de decir que terminaremos la temporada cumpliendo los objetivos que nos marcamos al principio.
-Ante el debate reabierto ¿qué opina de la Torre Pelli?
-Es positiva para Sevilla. Uno de los problemas que tiene esta ciudad es que a veces hay algunas personas que se oponen a que esta ciudad progrese. Actitudes como la que se plantean ahora hacen que Sevilla se estanque. Habrá que ver qué dice la Unesco, pero de todas formas, no son posiciones vinculantes. Ha habido tiempo para que organismos e instituciones que ahora opinan en contra hubieran opinado antes. Ese tiempo ha pasado. Creo que es un proyecto positivo para Sevilla como capital andaluza, no podemos estar anclados en la Giralda, con todos mis respetos. En otras ciudades se compaginan innovación y patrimonio perfectamente.
-Como vecino, ¿qué cree que el rascacielos aportará a la isla?
-Generará empleo y riqueza. No entiendo la crítica cuando no son capaces de dar alternativas a situaciones como la del paro.
