Luis Oliver entra en los juzgados junto a su abogado este viernes. / J.M. Paisano (ATESE) Luis Oliver, el hombre que compró el paquete de acciones a Manuel Ruiz de Lopera en el verano de 2010 y dirigió el Betis hasta finales de 2011, declaró ayer en el Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla. El empresario navarro, que por fin pudo ser localizado por la justicia, está imputado por un presunto delito societario en la gestión del club verdiblanco y se puso delante del juez Rogelio Reyes para responder a sus preguntas. Sólo a las suyas, porque el exdirigente bético no tuvo a bien contestar a ninguna de las 120 cuestiones que le plantearon los grupos contrarios a Manuel Ruiz de Lopera (y a él también, lógicamente). La razón, dijo, es que no los reconocía como acusación. Estuvieron presentes Béticos por el Villamarín y la Liga de Juristas Béticos, así como otra letrada en representación del propio club. El caso es que el exmáximo accionista del Betis se marchó satisfecho por haber podido explicar por fin lo que hizo, por qué lo hizo y cómo, según contaron fuentes de su defensa. El interrogatorio se centró en los traspasos de Mehmet Aurelio y Sergio García o la contratación de empresas externas de auditoría y consultoría, como la famosa Orion. Me la recomendaron, expuso Oliver cuando le preguntaron por qué había contratado a esta empresa que nunca trabajó para ningún otro cliente, que no tenía ningún empleado (así consta en el Registro Mercantil) y que en realidad no prestó ningún servicio al club, como ha quedado demostrado durante la instrucción previa. Según Oliver, cuando llegó al Betis quiso conocer su situación y para ello obtuvo del consejo de administración la autorización para contratar empresas de su confianza. Según su defensa, Oliver ha salido contento de que le hayan permitido explicar los pasos que dio, por qué los dio y cómo, algo que hasta ahora no había tenido oportunidad de hacer. El próximo plato fuerte llegará el 3 de octubre, cuando declaren los expresidentes José León y Jaime Rodríguez-Sacristán. Lopera está citado por Mercedes Alaya el 6 de noviembre y el exvicepresidente Ángel Martín, el 18. Con este acelerón se prevé que de aquí a fin de año esta larga instrucción se acerque por fin a la meta. La presencia de Oliver en el Prado de San Sebastián fue dudosa hasta última hora. A principios de semana, de hecho, todavía no había podido ser localizado por los responsables judiciales, de ahí que encomendaran al procurador del exdirigente bético que le recordasen la citación para esta mañana. En caso de no haberse presentado, Oliver se exponía a ser declarado en busca y captura por la justicia española. Oliver declaró ante el juez Rogelio Reyes, el magistrado que fue nombrado como refuerzo de Mercedes Alaya y que se encarga de esta pieza separada del caso Lopera.