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Luto palestino en la fiesta israelí

Israel festeja mientras los palestinos lloran. Israel celebró sus 60 años como Estado con exhibiciones militares y barbacoas, consciente de que, al otro lado de la frontera, Gaza y Cisjordania se vestían de luto y pedían el regreso a los hogares que les arrebataron para crear el Estado judío. (Foto: EFE)

el 15 sep 2009 / 04:29 h.

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Israel festeja mientras los palestinos lloran. Israel celebró sus 60 años como Estado con exhibiciones militares y barbacoas, consciente de que, al otro lado de la frontera, Gaza y Cisjordania se vestían de luto y pedían el regreso a los hogares que les arrebataron para crear el Estado judío en 1948.

Decenas de miles de personas llenaron la playa y el paseo marítimo de Tel Aviv, donde el Ejército israelí llevó a cabo una parada aeronaval, en la que intervino la Armada y helicópteros y aviones de combate, que hicieron una exhibición de vuelo acrobático. Nada que ver con el pueblo que, hace 60 años, apenas tenía armas para defender su recién creado estado. O al menos así lo narraban aquellos que batallaron en la Guerra de la Independencia por esta tierra.

Una escuadrilla de la Fuerza Aérea dibujó con humo el número 60 en cielo, para dar paso poco después al salto de una veintena de paracaidistas, que también dibujaron el 60 en el azul del cielo. Por otro lado, más de medio centenar de paracaidistas saltaron al mar, con la mala fortuna de que uno de ellos, debido a la fuerza del viento, cayó sobre los espectadores e hirió a cinco personas.

Las exhibiciones se repitieron en las grandes ciudades del país y fueron seguidas desde los parques por numeroso público que organizó pic-nics, siguiendo la tradición festiva. "Es un día que se vive este año con mayor intensidad", dijo Herzl Inbar, ex embajador de Israel en España, mientras celebraba una barbacoa a las afueras de Jerusalén con su familia.

Tragedia. La festividad se inició el miércoles con fuegos artificiales, conciertos y un ambiente festivo muy distinto al que se respira en los territorios ocupados. Y es que los palestinos, en cambio, conmemoraron la Nakba -el desastre en árabe-, un día de duelo en el que se recuerda que la fundación de Israel, en 1948, abocó al exilio a 700.000 árabes, que durante décadas han tenido que vivir en campos de refugiados.

En uno de estos campos, el de Aida, en la ciudad cisjordana de Belén, la población recordó la Nakba confeccionando la que, a su juicio, consideran la mayor llave del mundo, que presentarán al libro Guiness de los Récords, y que simboliza las miles de llaves que las familias palestinas guardan de los hogares de los que fueron expulsados para dejar paso a los nuevos pobladores judíos. La llave, de diez metros de largo y para la que se utilizaron dos toneladas de hierro, tiene escrita la leyenda No se vende, y fue paseada en un desfile en el que miles de personas ondeaban banderas palestinas y enseñas negras en señal de luto.

"En las casas de refugiados palestinos hay una o varias llaves que simbolizan lo que les pertenecía y les fue arrancado: su casa, sus tierras, sus fincas, sus fábricas, todo lo que tenía Palestina", explicó el diputado palestino Fayez Saqqa. Las llaves, antiguas, grandes y oxidadas, que pasan de padres a hijos y que en muchos hogares cuelgan enmarcadas en la pared constituyen "el símbolo que da fuerza para seguir luchando para recuperar la tierra palestina".

Protestas. Las manifestaciones para reclamar el derecho de retorno y denunciando la ocupación se extendieron en Cisjordania y Gaza, donde la Nakba se conmemorará oficialmente el jueves.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) izó banderas con un crespón, coordinó sentadas y convocó un paro parcial de una hora. Alrededor de la Mukata (sede de la ANP en Ramala) se instalaron 600 tiendas de campaña que simbolizan los pueblos arrasados por Israel y el exilio al que sus habitantes han sido sometidos.

Desde los territorios se observó en el cielo, a lo lejos, las acrobacias de los aviones militares israelíes, cuya estela tiene un significado distinto para cada uno de los dos pueblos, que desde hace 60 años luchan por una misma tierra.

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