El día amaneció gris, como si quisiera acompañar al sentimiento de pesar que desde el domingo inunda las calles del municipio de Los Palacios. Ayer fue día de luto, lágrimas y abrazos durante los funerales de los tres vecinos palaciegos que perdieron su vida en la carretera tras un brutal accidente el pasado domingo en la N-IV, a la altura de la Venta Los Frailes. La Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús fue el escenario elegido para que los familiares y vecinos dieran el último adiós al matrimonio fallecido y a su nuera, una joven de tan sólo 20 años. En el accidente también resultaron heridas otras siete personas, entre ellas, los dos hijos del matrimonio que perdió la vida.
Las conversaciones en las cafeterías y corrillos de alrededor de la parroquia eran las mismas. “Ha sido una desgracia muy grande”, comentaban algunos vecinos palaciegos, conocidos de la familia de la joven, que responde a las siglas R.F.A. Natural de Adriano, una pedanía del término municipal de Dos Hermanas, la joven pertenecía a una familia de casta rociera y participaba activamente en la Hermandad del Rocío de Los Palacios. “Estaba muy implicada en las labores de la Hermandad, era una niña modelo, un verdadero ejemplo”, explicaba otra vecina.
Los semblantes serios, muchos escondidos tras gafas de sol, abundaban en la plaza, cada vez más llena. Todos recordaban a la joven como una chica estudiosa. Actualmente estaba estudiando un módulo de Grado Superior en el Instituto de Los Palacios. Entre algunos de sus compañeros había antiguos amigos del colegio, que se acercaron para despedir a su compañera de pupitre.
Del leve murmullo se pasó al más absoluto silencio con la llegada del coche fúnebre, en torno a las 17.30 de la tarde. Un silencio tan sólo roto por los llantos de la familia, que no encontraban consuelo. Entre las numerosas coronas de flores recibidas se distinguían las del Ayuntamiento de Los Palacios (que decretó dos días de luto), de la cuadrilla de costaleros del Gran Poder o de sus padres y sus dos hermanas, de las que R.F.A era la mayor.
Ya a las 18.15, el silencio volvió a reinar, esta vez para partir hacia el cementerio municipal, donde la familia dio sepultura a la joven en la intimidad.
A las 19.00 horas la escena volvió a repetirse con las otras dos víctimas mortales del accidente. El conductor del vehículo, J.A.L, de 50 años, era natural de Guillena, pero pasó toda su infancia en la pedanía palaciega de El Trobal. Aunque residía junto a su mujer y sus dos hijos en Los Palacios. Conductor de profesión, había trabajado con camiones y actualmente era conductor en la empresa de autobuses Los Amarillos, de ahí que sorprendiera aún más a los vecinos su fallecimiento en un accidente de tráfico. Su esposa, J.T.B, de 47 años, era ama de casa y viajaba como copiloto. Los vecinos que acudieron al funeral los describieron como “un matrimonio feliz y una familia muy buena”.
Sus dos hijos también viajaban en el vehículo accidentado. El mayor, de 19 años de edad y novio de la joven fallecida, permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen del Rocío con politraumatismo y asistencia mecánica. El segundo de los hijos, de 14 años, fue trasladado al Hospital Virgen de Valme, donde fue atendido de lesiones en la clavícula y el fémur.
Los miembros del Gobierno municipal de Los Palacios guardaron ayer, a las 12.00, un minuto de silencio por los tres vecinos que perdieron la vida el pasado domingo en la carretera.
Las quejas más escuchadas entre los vecinos apuntaban al tramo de la N-IV que discurre por el municipio y que calificaron de “un verdadero peligro”. El alcalde palaciego, Juan Manuel Valle (IP-IU), insistió ayer en la peligrosidad de dicha carretera y abogó por el desdoble de la misma. Además, instó al Ministerio de Fomento a desbloquear el proyecto del desdoble de la carretera nacional, que se paralizó hace dos meses “de manera inexplicable”, según denunció.
A su vez, la asociación Stop Accidentes pidió que se declarara la zona del accidente como punto negro, ya que aseguran que sobrepasa el número mínimo de accidentes con víctimas.