En la Universidad Politécnica de Virginia (EEUU), que acoge a 30.000 estudiantes, la tarea más dura es la de enseñar a los alumnos a superar el dolor y conquistar su futuro, tras haber sufrido la peor matanza en un centro escolar en EEUU. La conmemoración del primer aniversario del tiroteo perpetrado por el estudiante Cho Seung Hui, en el que murieron 33 personas, incluido el atacante, creó ayer una situación peculiar entre los alumnos.
Tras un año tratando de olvidar lo ocurrido, y de superar el dolor y la congoja, ayer llegó el momento de echar la mirada atrás y recordar a los desaparecidos. Algunos estudiantes señalaron que la tragedia ha fortalecido el sentimiento de la comunidad de los Hookies (mote deportivo de la Universidad Politécnica de Virginia). Otros, como la estudiante Cristina Kelsh, que se gradúa este año, destacó la importancia que ha tenido el apoyo de otras instituciones académicas para la comunidad universitaria que vive, estudia, trabaja y se divierte en un campus de casi 900 hectáreas y 100 edificios. "La Universidad de Virginia, que es nuestra mayor rival deportiva, se volcó para rodearnos con afecto", agregó. Este aniversario, dijo Kelsh, no es un día para quedarse encerrado. Estoy con toda la gente de la universidad y no tengo que explicar, todos saben cómo me siento, cómo nos sentimos".
Ni los estudiantes que ingresaban a la universidad cuando Cho salió a matar, ni los que ya llevaban años aquí, expresan ira contra el atacante suicida o contra las autoridades universitarias.
El Edificio Norris, que acoge las aulas donde Cho mató el año pasado a 30 personas, hirió a más de 20 y se suicidó, permanece cerrado. El alumno surcoreano había matado antes a otras dos personas en un dormitorio. "Yo llevo décadas en esta universidad, y todos mis años aquí transcurrieron en el Edificio Norris hasta el 16 de abril", señaló Iswhar Puri, director del Departamento de Ciencia de Ingeniería y Mecánica, una de las facultades más preciadas de esta universidad de 29.000 estudiantes.
"Pero, si la única alternativa a seguir adelante es la extinción, yo no cargaré con la vergüenza de que se extinga este Departamento que va a cumplir un siglo", añadió Puri. Durante la jornada de ayer los estudiantes aprovecharon la ausencia de clases para reflexionar sobre lo ocurrido hace un año. Algunos decían que la conmemoración más apta de una tragedia de semejantes dimensiones es el estudio, el trabajo; la vida sin pausas.