A pesar de que, en principio, el reto parecía difícil, Pedro Álvarez-Ossorio, a tenor de las críticas, parece haber dado con la clave del difícil texto Juan de Mairena de Antonio Machado. Producida por La Fundición, la obra vuelve esta semana al escenario para permanecer hasta el día 17, fecha a partir de la cual tienen previsto el inicio de una gira.
Juan Carlos Sánchez, Emilio Alonso y María León son los únicos actores de un montaje que ha contado con escenografía de Juan Ruesga y una composición musical del cantaor Calixto Sánchez. Con estos mimbres, el espectáculo, al decir de su director, quiere ser un doble homenaje: a Antonio Machado, desde su heterónimo Juan de Mairena, y a la compañía Esperpento de la que formaron parte los integrantes actuales de La Fundición.
La obra se centra en la figura de Don Juan, un profesor andaluz de secundaria que acaba de jubilarse, cierra la casa de su localidad, prepara su maleta y se despide. Durante este proceso, como Machado, y a partir de unos comentarios de la radio, se siente expulsado por el juicio intransigente de la sociedad que lo vio nacer y no pudo soportar su libertad de pensamiento.
Según Álvarez-Ossorio, la obra muestra luego el contraste ideológico que se vive en la obra entre él y su hija, dos generaciones. "Amistad, fidelidad, desarraigo, dudas, guerra, muerte y miedos con conceptos vitales para comprender Juan de Mairena", resume el dramaturgo al respecto de la obra de Machado.
Considerado uno de sus textos más difíciles, también ha resultado complejo "dar con su forma escénica". "Han sido muchas horas de estudio para poder crear en el escenario un Juan de Mairena que sintetice toda la calidad humana y filosófica del personaje original", concluye.
