El financiero estadounidense Bernard Madoff, acusado de montar una de las mayores estafas en la historia de Wall Street, deberá permanecer bajo arresto domiciliario y llevar un sistema de vigilancia electrónica si quiere evitar la cárcel. El juez federal de la Corte del Distrito Sur de Nueva York Gabriel Gorenstein comunicó el miércoles varios cambios en las condiciones de la fianza fijada la semana pasada después de que esta leyenda de Wall Street fuera detenida en su apartamento de Nueva York.
Entre esos cambios, que han sido pactados entre los abogados del financiero y los fiscales federales, se ha establecido que Madoff permanecerá bajo arresto domiciliario a partir de las 19.00 horas y portará una pulsera electrónica que permita a las autoridades saber dónde está en todo momento. Además, el juez exigió que la esposa del financiero, Ruth Madoff, entregue también su pasaporte, como ya hiciera su marido, para evitar que puedan salir del país.
Asimismo, el Fiscal General de EEUU, Michael Mukasey, ha decidido inhibirse de la investigación del caso Madoff por implicaciones familiares, según informó The Wall Street Journal. Un hijo de Mukasey, según el diario, representa a uno de los ejecutivos de Madoff Investment implicados en la presunta estafa, lo que ha motivado al Fiscal General a retirarse del caso. Las ramificaciones de la estafa Madoff se han extendido no sólo por las cuentas financieras de las grandes personalidades del país, sino también están afectando a las instituciones estadounidenses.
Por otro lado, el escándalo sigue salpicando a entidades nacionales. Seis gestoras españolas, entre las que se encuentran la de Telefónica y la de la Caixa, informaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que tienen inversiones en activos relacionados con Bernard Madoff por valor de 12,5 millones de euros.