Madrid acoge hasta el jueves el 19 Congreso Mundial del Petróleo, un evento en el que se darán cita treinta ministros de los países productores y consumidores de crudo, empresas e instituciones internacionales para debatir sobre la transformación y el futuro del sector petrolífero.
Las sesiones y mesas de debate del Congreso, que tendrá como lema Un mundo en transición: El suministro de energía para un crecimiento sostenible, servirán, en palabras del presidente del evento, Jorge Segrelles, de "foro de encuentro y dialogo" donde los distintos sectores afectados expondrán sus planteamientos.
El Congreso llega en un momento clave para el sector del petróleo. Una combinación de especulación, fuerte demanda de países emergentes -como China y la India- y un margen cada vez más estrecho entre la producción y el consumo ha impulsado el precio del petróleo a máximos históricos (el viernes el Brent superó los 142 dólares).
A pesar de que países productores como Arabia Saudí han anunciado que van a aumentar el bombeo de barriles, la OPEP, que aglutina el 40% de la producción actual de crudo y el 60% de las reservas, continúa defendiendo que no existe escasez de oro negro en los mercados.
Desde los países consumidores, además de las tradicionales demandas para elevar la oferta de crudo, se apuesta de forma cada vez más clara por el ahorro de energía y las medidas que refuercen la eficiencia para compensar la elevada factura energética.
Estas dos visiones se enfrentarán en el Congreso Mundial del Petróleo, que por primera vez en los 75 años de vida hace de la sostenibilidad ambiental y el ahorro energético los temas principales del encuentro.
Para predicar con el ejemplo, el evento utilizará un mecanismo que compensará las emisiones de gases de efecto invernadero que se generen (desplazamientos de los miles de asistentes, uso del aire acondicionado, etc.) con la puesta en marcha de un proyecto de energías renovables en un país en desarrollo, concretamente una instalación hidráulica en Guatemala.
Con la cita de Madrid, el Congreso vuelve a Europa después de 14 años de ausencia y coloca a España como epicentro del negocio petrolífero. Tradicionalmente el encuentro se celebra en un país productor cada tres años. El vigésimo congreso será en Qatar.
La organización del encuentro prevé que asistan unas 5.000 personas, 3.000 de ellas serán ponentes de países y empresas y, entre estos últimos, habrá 100 directivos de primer nivel y 650 jóvenes profesionales.
Asimismo, alrededor de 500 empresas tendrán representación directa mediante participantes, aunque el número de compañías presentes asciende a entre 800 y 1.000, puesto que también asistirán firmas de consultoría y sociedades de servicios externos.
La organización calcula que el Congreso generará unos ingresos directos para Madrid (pernoctaciones, hostelería, etc.) de entre 30 y 40 millones de euros.
