El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, negó ayer la existencia de una red de espionaje al margen del control político, tal y como publicó ayer el diario El País, y se ha referido a las informaciones que aseguran que él dirige este servicio secreto como una "novela".
En su intervención en el primer Foro Informativo de la Asociación de Periodistas Madrid Sur que se ha celebrado en Getafe, Granados afirmó que la Comunidad de Madrid "desarrolla las competencias que le marca la Ley" en materia de seguridad, como son la "colaboración leal con el Gobierno de España a través de las Bescam" y la contravigilancia y seguridad de los edificios autonómicos.
Para el consejero, la información que publica El País en la que se asegura que un equipo de ex policías y ex guardias realiza para él trabajos de inteligencia e información sobre tramas corruptas o escándalos en ayuntamientos socialistas "pretende ocultar una triste realidad" y no deja de ser "una novela". A su juicio, la publicación de esta información coincide con que al vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, "se le han agotado sus recetas para afrontar la crisis económica". Tras insistir en que el Gobierno que preside Esperanza Aguirre "cumple" estrictamente las competencias en materia de seguridad marcadas por la Ley, aseguró que el ex inspector de policía y presunto jefe de esta trama, Marcos Peña, sigue trabajando en su Consejería a día de ayer.
No ve delito. Por su parte, la Fiscalía de Madrid no ve "a priori" la comisión de algún delito en el supuesto servicio secreto. Pese a desconocer la existencia de la presunta red de espionaje, el fiscal jefe de la Comunidad de Madrid, Manuel Moix, apuntó ayer que si el grupo que se dedica a investigar está financiado con fondos del Gobierno regional, será "un trabajo presupuestado y, por tanto, no secreto".
