Otro tirón de orejas. El Banco de España llamó ayer a capítulo a Cajasur y Unicaja ante la falta de progresos en el proceso de fusión entre ambas entidades, y emplazó a sus respectivos presidentes, Santiago Gómez Sierra, y Braulio Medel, a que se active y acelere todo lo posible porque la integración urge para ya.
No obstante, pese a este golpe en la mesa dado por el supervisor, el encuentro de ayer, en el que también estuvo representada la Consejería andaluza de Economía y que se desarrolló en la sede madrileña del regulador, se saldó sin ningún compromiso, según dijeron a este diario fuentes conocedoras del encuentro. Nada de fechas ni para cerrar el acuerdo de fusión, "ni siquiera" para tener el plan estratégico que ha de guiar los pasos de esta complicada operación.
Fuentes oficiales de Cajasur y de Unicaja rechazaron ayer pronunciarse al respecto, al igual que desde el departamento que dirige Carmen Martínez Aguayo. Es absoluto el mutismo, dado el espectáculo que las cajas de ahorros han protagonizado en la prensa por los encontronazos (no pocos) entre la entidad malagueña y la cordobesa.
Navidad. De la reunión sólo salió la intención de continuar e intensificar los trabajos de las distintas comisiones negociadoras, pero sin la promesa de tener el proceso de fusión aprobado por los respectivos consejos de administración antes de que concluya el año. Ni siquiera que el plan de integración entre ambas esté cerrado por completo para el horizonte temporal de Navidad.
Para esa fecha, sí se refrendará, por las respectivas asambleas generales, el matrimonio de Unicaja y Caja de Jaén, que después tendrá que aprobar la Consejería de Economía y el Consejo de Gobierno. La fusión estará operativa desde enero de 2010 a efectos contables, que no operativos.
La falta de compromisos concretos en el encuentro en el Banco de España se produce a pesar del mensaje lanzado esta misma semana por el presidente andaluz, José Antonio Griñán, quien consideró factible que Cajasur y Unicaja lleguen a cerrar antes de final del presente año un acuerdo definitivo para acometer la fusión.
En Huelva, Martínez Aguayo, calificó ayer de "deseable" que la unión "se produzca cuanto antes", si bien matizó que "lo importante es que el proyecto camine", indicando además que "la prioridad no es que esté listo a final de diciembre o en febrero, sino que la fusión se vaya culminando y, asimismo, se asiente sobre la conformidad entre las partes, con el objetivo de que sea útil para los ciudadanos".
Pero hay prisas. No sólo en la Junta, sino también en el propio gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (conocido en el mundo económico y financiero como Mafo), quien atisba muchos proyectos de fusión pero escasas ejecuciones. Del dinero del fondo de rescate bancario (el denominado FROB), no ha soltado aún ni un euro. No obstante, Unicaja y Cajasur no necesitarían acudir a estas partidas, aunque sí al fondo de garantía de las cajas (FGD).
A la cordobesa, por lo demás, le urge la fusión, pero en su seno hay dos velocidades. Una que se da prisa, con el director general a la cabeza, y otra que frena, que es el Cabildo de Córdoba, fundador de la entidad.
La cuestión laboral es una de las más espinosas, y ahí está el rechazo del sindicato mayoritario de Cajasur, Aspromonte. Pero el ajuste, dice Martínez Aguayo, hay que hacerlo, en todas las fusiones se dan y hay mecanismos, entre ellos las prejubilaciones, para que sea una "acomodación pausada".