El polaco Rafal Majka (Tinkoff-Saxo) se adjudicó ayer la decimocuarta etapa del Tour de Francia, disputada entre Grenoble y Risoul sobre 177 kilómetros, por delante del italiano Vincenzo Nibali (Astana), que consolidó su amarillo, mientras que el español Alejandro Valverde pudo salvar el segundo puesto de la general.
El ganador llegó tan cansado a la línea de meta que no pudo ni levantar los brazos. / Foto: Kim Ludbrook (efe)
Makja, segundo la víspera en la estación de Chamrousse, logró su primer triunfo en la ronda gala en una jornada en la que el Tiburón volvió a aventajar al resto de candidatos al podio, incluido a un Valverde que cedió en los últimos cuatro kilómetros.
La etapa transcurrió sin movimientos destacados tras pasar el primer puerto. Encabezada por un grupo de 15 hombres liderados por Purito Rodríguez (Katusha) antes de la ascensión al Col dIzoard. El catalán pasó primero obteniendo los 20 puntos superando así a Nibali como líder de montaña, por lo que el español se enfundó nuevamente el maillot de puntos.
Los ataques se iniciaron cuando Majka y Alesandro de Marchi se escaparon a 20 kilómetros del final. Mientras tanto, el AG2R al mando del pelotón con Bardet, Riblón y Peraud marcaron el ritmo de la persecución con todos los favoritos a rueda.
Ya en el tramo final, Vincenzo Nibali repitió el guión de otras etapas y se marchó junto al francés Jean-Christophe Peraud a falta de cuatro kilómetros. Alejandro Valverde (Movistar) no pudo aguantar el ritmo del transalpino y cedió otro minuto en la meta sobre el italiano. Además, Romain Bardet se acercó a tan solo 13 segundos del murciano, que tendrá que defender el podio hasta París.
Hoy se disputa la decimoquinta etapa, entre Tallard y Nimes sobre 222 kilómetros, una leve transición después de las dos etapas de los Alpes hacia la jornada de descanso de la que disfrutará el pelotón mañana.
«Mirar hacia adelante». Por otro lado, el español Alberto Contador confesó que es «duro» admitir su abandono en el Tour por la caída que le produjo una fractura en la tibia derecha y precisó que debe «mirar adelante» para afrontar con optimismo el futuro, aunque reconoció que ve difícil su participación en la Vuelta. «Tengo heridas internas y me hice dos agujeros bastante profundas que me están impiden hacer cualquier movimiento con la pierna. Espero que vaya evolucionando», manifestó.
Además, relato que la primera etapa que ha visto desde la caída fue la del pasado viernes. «Me resulta bastante difícil. Lo había preparado a conciencia y llegaba en unas condiciones increíbles, pero el ciclismo es así», lamentó.
Contador explicó cómo se produjo la caída. «La bajada era un poco difícil y la carretera estaba mojada. Vi a mucha gente que empezaba a cortar el grupo, a corredores inseguros y adelanté posiciones», indicó. «Separé la mano del manillar para coger una barrita, había una ondulación que no era visible, y no pude controlar la bici y me fui al suelo», comentó.
Respecto a la Vuelta, Contador apuntó que quiere «dar opciones», pero que «no es nada fácil». «Voy a preparar la bici en el rodillo y cuando te levantas del sofá, bombeas sangre y tienes dolor ... La inflamación de las heridas ha disminuido, pero el dolor es grandísimo. Hay que ver si puedo llegar con un nivel medio, pero no es fácil, a ver si llego», sentenció.
