Los trabajos de construcción de la bóveda sobre el arroyo de Las Monjas está creando críticas en los comerciantes y vecinos de la zona afectada. Denuncian que las obras han empezado "sin avisar, sin ningún tipo de información, y hemos llegado por la mañana a nuestras tiendas y nos hemos encontrado las vallas puestas justo delante". Esta situación se la plantearon al alcalde de Utrera, Francisco Jiménez, los que se acercaron al Ayuntamiento el día en que comenzó la obra para entrevistarse con él, y anuncian que el lunes volverán al Consistorio. Apoyando sus reclamaciones se encuentra el PSOE local.
Daniel regenta un estudio de fotografía en la calle Buenos Aires que, aunque no se encuentra afectada por las obras, sí lo está por el corte de tráfico. Y es que para llegar hasta su local, los clientes deben entrar en dirección prohibida. "Como no caben coches en ambos sentidos, el camión de la basura hace tres días que no pasa para recoger el contenedor que hay justo enfrente de la tienda".
Algo peor lo tiene Inmaculada. Regenta un quiosco de prensa y chucherías en la plaza Ximénez Sandoval. "Desde el primer día vendo menos porque era una zona de paso, y ahora tengo la prensa amontonada".
Carga y descarga. El vallado de tantos metros de calles -Fernanda y Bernarda, avenida de Los Palacios y plaza Ximénez Sandoval- ha provocado la eliminación de la zona de carga y descarga en el entorno. Salvador es uno de los afectados por esta limitación espacial, ya que posee una tienda de semillas y pienso, y "no puedo traer o llevar los sacos", señala mientras afirma que la empresa constructora sólo les ha llevado un cartel donde se puede leer "Atención: problemas en el tráfico rodado debido a las obras que se están ejecutando. Perdonen las molestias".
Más complicado es el caso de Aurelio, que en su comercio de venta de electrodomésticos precisan a diario de la carga y descarga. Sin embargo, "no tenemos acceso, y además la valla la tenemos al borde de la acera, a poco más de medio metro".
Mientras tanto, los garajes de la zona no ven entrar y salir los vehículos, y los autobuses urbanos -la 'empresita'- han tenido que modificar las paradas, llevándolas ahora a la confluencia de la calle Cristo de los Afligidos con la plaza Virgen de la Cabeza, y a la esquina de Fuente Vieja con plaza de Santa Ana.
POR FASES. Los comerciantes no se cansan de pedir que las obras se realicen por tramos. El arquitecto municipal, Manuel Lima, asegura que "una vez acaben las catas que están realizándose, se intentará que se corten al tráfico sólo las áreas afectadas por los trabajos, y se vayan realizando poco a poco, sin afectar al total de vecinos y comerciantes de la zona".
