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¿Malos tratos o malas intenciones?

De nuevo el debate sobre las de-nuncias falsas de los malos tratos ha saltado a la palestra. El caso de un hombre que incluso estuvo tres meses en prisión y que ahora ha sido exculpado pone en el punto de mira a una Ley creada para proteger a la mujer maltratada, pero mal utilizada por otras

el 16 sep 2009 / 03:39 h.

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De nuevo el debate sobre las de-nuncias falsas de los malos tratos ha saltado a la palestra. El caso de un hombre que incluso estuvo tres meses en prisión y que ahora ha sido exculpado pone en el punto de mira a una Ley creada para proteger a la mujer maltratada, pero mal utilizada por otras.

Los casos de denuncias falsas son "aislados". Es la opinión en la que todos los expertos sobre Violencia de Género coincidían ayer tras conocerse el caso de José Antonio, un hombre que ahora ha sido exculpado por la misma juez que le mantuvo once meses en prisión. Otros en cambio, como el juez Francisco Serrano, apuntaban hace meses a que el 80% de las denuncias que llegan a los juzgados de Violencia son falsas.

¿Cuál es entonces la realidad? El problema es que se trata de un cuestión que las estadísticas judiciales no se encargan de recoger, con lo que es casi imposible cuantificar cuántos hombres pueden ser víctimas de una tiranía por parte de la mujer. Los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) indican que en 2008 en Sevilla se presentaron 6.294 denuncias por asuntos relacionados con los malos tratos. De éstas, 1.077 fueron retiradas por las supuestas víctimas ¿Por qué? Miedo, perdón, pero también tras estas renuncias se esconde en algunos casos el arrepentimiento por haber llevado ante el juez un falso caso de maltrato. El motivo que lleva a una mujer a retirar una denuncia no consta en ningún papel, por mucho que sea cuestionada por el juez o el fiscal del caso.

Siguiendo con las últimas estadísticas judiciales, durante el año pasado fueron enjuiciados 493 hombres, de los 191 resultaron absueltos. Tampoco queda constancia en las estadísticas si no fueron condenados por falta de pruebas o porque un tribunal determinó que la víctima era realmente el hombre. Otro dato relevante es que en 2008 los juzgados de Violencia archivaron provisionalmente 2.084 casos de los que estaban investigando. Es decir, lo mismo que ha ocurrido en el caso de José Antonio.

Ayer, su ex mujer, Raquel V. insistía en que el centenar de denuncias que ha presentado contra él son "ciertas" y que está dispuesta a luchar "hasta el final" para no ser "un número más" de la lista negra de mujeres muertas.

Los especialistas en Violencia de Género salían ayer al paso de la información defendiendo un sistema que detecta "rápidamente" los casos en los que la denuncia es falsa. Difícilmente una acusación tan fuerte llega hasta el final porque las contradicciones en los testimonios, los testigos y las pruebas acaban por desmontar una falsa acusación.

Por este motivo, desde el Gobierno se defendió a ultranza la Ley Integral contra la Violencia de Género, en contra de las voces que aseguran que es una ley "discriminatoria" o como incluso llegó a afirmar el juez Francisco Serrano "un guantánamo". El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, recordó ayer que ésta "no va contra los hombres, sino que actúa frente a los hombres violentos y que han maltratado".

De hecho, esta Ley, como ya recordara la Fiscalía de Sevilla en su día, es una herramienta que ha permitido que muchas mujeres maltratadas logren una nueva vida y que sus maltratadores sean condenados. La clave es que se transmita a la ciudadanía y, en especial, a las mujeres que esta Ley no otorga impunidad ante la mentira y que la Justicia acaba descubriendo la realidad.

No obstante, en lo que ayer coincidían todos los que trabajan en esta materia es que los jueces también deben poner todo su énfasis en detectar los posibles casos falsos e investigar para procesar a toda mujer que intente conseguir algún tipo de beneficio denunciando a su pareja o ex pareja.

La responsable del turno de oficio de Violencia del Colegio de Abogados de Sevilla, Mariana Gómez, recordaba: "Nos alarman tanto estos casos porque son pocos". Lamentablemente al que le afecta "es un calvario difícil de olvidar".

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