Alrededor de 400 abolicionistas de la tauromaquia venidos de toda España y del extranjero en autocares, más todos los sevillanos que quieran apuntarse, están citados esta tarde para participar en una manifestación contra la fiesta de los toros (y, en general, contra cualquier modalidad de tortura a los animales).
La protesta pública partirá del Palacio de San Telmo a las 16.00 y llegará hasta un costado de la Maestranza, coincidiendo con la corrida de El Juli, José María Manzanares y Miguel Ángel Perera (cuyo inicio está previsto para las 18.30).
El presidente del Colectivo Andaluz Contra el Maltrato Animal (CACMA), Antonio Moreno, comentó ayer a este periódico que la capital andaluza está a tiempo de "sacudirse el sambenito" de que su imagen se asocie a los festejos taurinos: "Ya está bien de que Barcelona sea conocida por su industria, Madrid por su cultura y Sevilla por el olé, olé los toros", que no son sino "un espectáculo romano de humillación, tortura y muerte que avergüenza a toda Europa, por mucho que se diga que los turistas vienen a ver las corridas.
Eso es falso. Los turistas, que en su mayoría vienen sin saber, al primer toro se salen de la plaza asqueados."
El hecho de que la protesta coincida con la corrida no atemoriza a los organizadores. "¿Miedo? No; será un acto pacífico. Además, si tuviésemos miedo lo habríamos dejado ya hace tiempo. Miedo tienen ellos, los defensores de la fiesta, porque a la tauromaquia le queda muy poquito tiempo."
"Yo vengo de familia taurina, aunque parezca paradójico", explicó Moreno, "y observo que el espectador taurino no entiende de toros; no tienen ni idea de los lances (hemos hecho encuestas, no es que me lo invente); y la mayoría de la gente sólo va al morbo de los revolcones y de las cogidas", explicó, para justificar la decadencia de la fiesta. "Además, la tauromaquia no da tanto dinero ni atrae a tantos forasteros como la gente se cree."
El presidente del CACMA confía en que la manifestación de hoy convoque a más abolicionistas que la del año pasado, "que se celebró en día laborable y, encima, la Subdelegación del Gobierno nos dejó llegar sólo hasta la Torre del Oro, considerando que esos eran los aledaños de la Maestranza. Es como si dices que vives en los aledaños de Sevilla, o sea en Huelva. Pero seremos muchos más. Los andaluces estamos cada vez más hartos de que se nos asocie con esa imagen".
