La directriz del área de Movilidad es clara: mano dura contra las irregularidades que afecten a la seguridad vial, a la fluidez de la circulación y al transporte público. Unas 70 de las más de 800 infracciones del catálogo municipal se han elevado entre 30 y 50 euros. No se sitúan en el máximo legal, pero sí se elevan sensiblemente. Sólo en cuatro casos se duplican.
El Ayuntamiento ha dado esta semana dos polémicos pasos. El objetivo, según explican fuentes del área de Movilidad, es endurecer el control de las infracciones de tráfico en la ciudad. Por un lado, han aumentado casi 70 infracciones que figuran entre las más habituales y, por tanto, entre las que representan un mayor nivel de ingresos -una relación rechazada por el Consistorio-. Por otro, elevar la eficacia del sistema de retirada de vehículos a través de la grúa que podrá incrementar sus servicios entre un 20 y un 50% e incrementar el dinero recabado ya que se dificulta pagar sólo la mitad del coste del servicio, como ocurre ahora cuando se rectifica a tiempo.
La primera de estas revisiones tiene su origen hace dos años cuando el Consistorio cometió un error en la publicación del catálogo de sanciones en el Boletín Oficial de la Provincia. Desde entonces, se ha tratado de rectificar, con varios intentos frustrados. Este mes, tras numerosos estudios, se ha optado por aprovechar este proceso para incrementar una serie de sanciones en el marco de una estrategia de aplicar mano dura. Fuentes de Movilidad subrayan que las sanciones no se han subido al máximo, pero sí se han dejado al borde de este límite.
La Administración local dispone de una horquilla para determinar las cuantías de las multas con base en la legislación estatal. Se ha decidido escoger casi este tope, dejando sólo un margen de alrededor de entre 20 y 30 euros según las infracciones para que sea el agente quien determine la gravedad de la irregularidad.
Es un incremento sobre otras subidas ya realizadas antes, como admiten desde el área de Movilidad. Hay varios ejemplos: la doble fila cuesta ya 200 euros desde 2007, pero ahora se incrementar las cuantías por todo lo relacionado con estacionamientos irregulares como aparcar obstaculizando la salida de un coche, a menos de tres metros del borde opuesto de la calzada o dificultando una intersección a la derecha o izquierda.
"Nuestro objetivo es endurecer las medidas para proteger el transporte público y la seguridad vial", explican desde el área de Movilidad. La Delegación niega cualquier interés recaudatorio y se centra en los efectos que pueda tener este plan sobre la fluidez de la circulación en la ciudad.
El proyecto se complementa con otro, que ha dado sus primeros pasos esta semana: la modificación del sistema de la grúa: a los operarios les bastará con hacer tres fotos y mandarlas a un centro de operaciones donde un grupo de policías dará el visto bueno a la intervención. Los agentes no tienen que estar presentes. La Asociación de Automovolistas cifra en un 50% el aumento de vehículos que llegan al depósito. La estimación municipal se sitúa por encima del 20%.
