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Manolo Jiménez se despide del Sevilla: "Me tengo que ir, pero no me quería ir"

el 25 mar 2010 / 13:31 h.

El ya ex entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, comentó hoy en  una extensa rueda de prensa que se tiene "que ir" del banquillo  nervionense, después de la decisión del club en la noche del pasado  martes de prescindir de sus servicios, aunque confesó que no se  "quería ir" de la entidad.

El técnico, que compareció acompañado por el subdirector general  deportivo, Monchi, se mostró conciliador, y agradeció, incluso, las  críticas recibidas.

"Me han hecho madurar y crecer, al igual que mi afición, que es  inconformista y la aplaudo por ello. Y también a ustedes, a la  prensa, especialmente a los más críticos porque es cierto que me  habéis hecho crecer y ser mejor persona y mejor profesional",  indicó.

Y es que Jiménez remarcó que no guarda rencor a nadie. "Siempre lo  he dicho y lo ha dicho mi presidente, que yo dependía de los  resultados y en los dos primeros años se han conseguido. Habéis  estado ahí, exigiéndome y yo autoexigiéndome. Os lo tengo que  agradecer, porque donde vaya seguro que me servirá de mucho",  añadió.

Por encima de todo, Jiménez se declaró "tremendamente orgulloso de  ser de pueblo, de Arahal, y de ser muy sevillista", pero no eludió la  parte de responsabilidad que le cabe en esta temporada, que calificó  como" de mucho desgaste" para el equipo.

"Yo soy el máximo culpable de todo lo que ha ocurrido y lo estoy  pagando, pero las personas estamos de paso, no sólo el entrenador. Lo  importante es que, en el futuro, se analice cómo han sido esas  personas que han pasado por el club. Yo puedo ir, hoy en día, con la  cabeza alta por la calle y el móvil no ha dejado de sonarme",  aseveró.

Sin embargo, Jiménez puso especial énfasis a la hora de hablar  sobre la final copera frente al Atlético en la que, ahora, ya no  podrá estar junto al Sevilla.

"Esa espinita que tengo de no poder levantar la Copa del Rey es lo  que me pone más triste, porque habría sido una forma de engrandecerme  a mí mismo. No ha podido ser, pero estaré desde mi asiento, apoyando  a mi equipo y llevando sevillismo allí donde quiera que esté",  sentenció.

Para Jiménez, la presencia del Sevilla en la final de Copa tiene  mucho mérito. "Se ha llegado tras jugar no ante equipos mediocres y  la figura del entrenador ha tenido que ver mucho". Además, opinó que  "caer en octavos de la 'Champions' no es un fracaso". "A mí sólo se  me han pedido objetivos por ganar, y se han cumplido", aseguró.

En el plano más emotivo, el preparador recordó que toda su vida ha  estado vinculada a la casa blanquirroja. "Soy como un pulpo y quizás  tenga tres corazones: el mío personal, el profesional y uno  sevillista que se me ha curtido a base de años, de compañeros, de  victorias, de fracasos... y que se ha forjado cuando llegué aquí con  apenas 17 años". No se va un entrenador más, se va un sevillista",  apuntó.

Por lo tanto, Jiménez asume que su deseo habría sido completar la  temporada en curso. "Tengo la capacidad de cualquier entrenador y  tengo el corazón sevillista, que me hará recordar a esta entidad como  lo que es: mi casa. Me tengo que ir, pero no me quería ir", declaró.

Con todo, eludió decir si estima  injusta esa destitución en la  que no observa en ningún momento mala fe. "Lo que considere yo da  igual. "Respeto la decisión enormemente, aunque me duele. El Sevilla  tiene posibilidades reales de conseguir su objetivo. Me encontraba  capacitado para alcanzar ese tercer puesto, de meternos en  'Champions', porque tenemos un magnífico equipo", indicó.

Eso sí, Jiménez lamentó la falta de confianza que refleja ese  cese.

"El club me ha destituido porque han podido aparecer nervios creyendo  que no se va a alcanzar la 'Champions' pero, a día de hoy, estamos a  dos puntos".

"COMO CUANDO SE MUERE UN SER QUERIDO"

Nada de ello impidió a Jiménez admitir la perplejidad con la que  recibió, tras dar la rueda de prensa posterior al partido ante el  Xerez, la noticia de su destitución.

"En ese momento ni me lo creía ni me lo dejaba de creer. Conforme  va pasando el tiempo te das cuenta, es como cuando se pierde a un ser  querido. Con el transcurrir de los días se hará más duro, porque son  once años yendo a la ciudad deportiva sin haber descansado un día,  aunque entiendo que la directiva tiene que tomar decisiones".

Manolo Jiménez quiere ver a un Sevilla exitoso de ahora en  adelante. "Como han buscado lo mejor para mi club yo les deseo lo  mejor, agradezco todo lo que me han dado, la pena es que no he  conseguido todo lo que querría haber conseguido", insistió.

Del mismo modo, aclaró que tenía "casi decidido no seguir" al  frente del plantel. "Y digo casi --agregó-- porque nunca se puede  decir de este agua no beberé".

En cuanto a la actitud del presidente, José María del Nido, que  hoy no estuvo en esta despedida, Jiménez se mostró convencido de que "cuando esté más tranquilo personal y profesionalmente" hablarán  personalmente. "Pero no tiene que darme más explicaciones", indicó. Por último, y dado que parece que Luis Aragonés ha optado por no  entrenar al Sevilla, Jiménez avaló al que parece que puede ser su  sustituto, otro 'hombre de la casa', como es Antonio Alvarez, sobre  cuyo nombramiento no hay nada oficial aún. "Es un sevillista, un  magnífico profesional,  una excelente persona y un hombre del club.  Confío, como sevillista, en lo que decida Monchi", concluyó

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