El debate está en la calle y Manolo Jiménez ha optado por no esconderse. El entrenador de Arahal pide unidad y espera que las críticas hacia su labor como técnico no afecten al equipo.
Como se esperaba desde que Del Nido y Monchi confirmaran a Jiménez en el banquillo sevillista, las voces discordantes con el entrenador no han tardado en llegar. La mala actuación en el primer choque ante el Valencia ha sublevado a los más críticos, a los que el máximo responsable de la primera plantilla sevillista ha pedido algo de calma.
Si hay una cosa que tiene clara Jiménez es que los resultados son el mejor salvavidas, y así se comprobó tras el meritorio tercer puesto logrado la pasada campaña. "Estoy sujeto a los resultados y se me pasará factura si no se consiguen", reconoció el preparador en los micrófonos de Punto Radio, donde recordó que tiene "el mismo margen de error que el año pasado, donde vencieron los números".
Contra el debate existente en el seno de la afición nevionense, Jiménez afirma que no puede "hacer nada", y de nuevo defendió que el Sevilla siempre buscará la victoria en la presente temporada. "La filosofía del equipo es salir a ganar", confirmó.
En el análisis en caliente que hizo en Mestalla al acabar el partido ante el Valencia, Jiménez se quejó del césped, de la rigurosa expulsión de Kanouté y puso varias excusas más a la derrota y al mal juego del equipo. Ayer, ya más relajado, volvió a analizar un choque que le pone por enésima vez en la cuerda floja, al menos para buena parta de la afición.
"Nos faltó desarrollar en el campo lo que habíamos hecho en el Carranza", torneo que se adjudicó el Sevilla venciendo, entre otros, al equipo de Unai Emery en semifinales. "Hicimos un mal partido, perdimos sin ser nosotros y eso es lo que más duele", confesó el ex jugador de Sevilla y Jaén, que aún no conoce la victoria en la primera jornada de Liga como entrenador de los nervionenses. El año pasado no pasó del empate en Santander en el debut de su primera temporada completa al frente del primer equipo.
APUESTA POR DOS PUNTAS. Ya dijo en el mes de agosto que siempre que pudiera alinearía a dos puntas, y tras la llegada de Negredo esta circunstancia parece poco menos que obligatoria. De hecho, en Valencia formó con Kanouté y Luis Fabiano y acabó con la dupla Negredo-Koné en vanguardia. Ayer defendió de nuevo esta postura, aunque avisó de que en algunos compromisos sólo uno de la extensa nómina de delanteros blanquirrojos será titular.
"La filosofía de este equipo es jugar con dos extremos y dos puntas, pero para que los delanteros ataquen las líneas deben estar juntas. Si Renato hubiera estado en condiciones hubiera sido titular en Valencia, y habrá partidos en los que juegue de segundo punta", confirmó.
También se quejó amargamente de las discrepancias que producen sus decisiones casi en cada jornada. "Si juego con dos delanteros, críticas; si no juego con dos extremos, críticas; y si juego con un delantero también, no sé si al entrenador del Valencia, Villarreal o Atlético le ocurre lo mismo que a mí", comparó.
Preguntado acerca de si se fija demasiado en el rival, Jiménez confirmó que es algo que le gusta. "Me encanta conocer al rival para contrarrestarlo. Una vez hecho, tienes que superar a tu rival con tus virtudes y tus cualidades". Por último, instó al sevillismo a remar "en la misma dirección" y espera que el debate sobre sus decisiones no afecte a sus pupilos.