A finales de abril hará justo un año desde que los 15 consejeros del Gobierno andaluz tomaron posesión en el cargo. Ahora, con el presidente que les nombró ya fuera de Andalucía, el futuro de todos depende de hasta dónde llegue la renovación que, según fuentes socialistas, quiere realizar el futuro presidente, José Antonio Griñán.
Hay coincidencia generalizada en el PSOE-A en un planteamiento: el presidente tiene que tener manos libres, la misma autonomía que tuvo Chaves para sentar en su Gabinete a quienes todavía son consejeros. Pero son muchos los responsables socialistas que consideran que Griñán no debería "dilapidar" su herencia en lo que a equilibrios territoriales se refiere. El respeto a las cuotas provinciales ha sido una norma no escrita que quien ha sido presidente durante 19 años años ha seguido siempre, neutralizando así cualquier sentimiento de agravio entre los distintos territorios.
Entre los socialistas son muchos los que opinan que Griñán actuará "con inteligencia", lo que implica en definitiva no abrir frentes internos en un momento en el que la prioridad ha de ser taponar la crisis económica. ¿Eso implica que moverá pocas piezas? Sólo el futuro presidente tiene esa respuesta, aunque son muchas las personas que le conocen que se atreven a pronosticar que, además de colocar en su Gabinete a gente de su confianza, se preocupará de luchar contra la imagen de continuismo. Dejar "su sello" en el Gobierno, según las fuentes. Hay quien no descarta, de hecho, que acometa una revisión de la estructura del Gobierno andaluz.
Un factor que inevitablemente marcará la nueva etapa es la marcha de Gaspar Zarrías, ahora presidente en funciones de la Junta. Se va junto a piezas clave del Ejecutivo: el viceconsejero de la Presidencia, Juan Antonio Cortecero, y el portavoz, Enrique Cervera, entre otros. Zarrías ha estado -y si no ha estado lo ha intentado- en todas las decisiones del Gobierno andaluz en los últimos 13 años, desde que es consejero de la Presidencia. Con él cae el principal referente de Jaén, provincia representada en el Gobierno también por Francisco Vallejo, consejero de Innovación, Ciencia y Empresa. Hay fuentes que consideran probable que en nombre de esa renovación también él del Gobierno, en el que sólo Zarrías y Vallejo acumulan más de dos legislaturas. Esa operación obligaría a Griñán, según las fuentes consultadas, a buscar a un recambio "potente" en el PSOE de Jaén.
Los 15 consejeros de Chaves tienen una consolidada trayectoria orgánica. En una legislatura en la que el presidente tenía en su cabeza acometer la sucesión, se cuidó de sentar a su lado a gente bien anclada en el partido. Fuentes socialistas apuestan por la entrada del vicesecretario general del PSOE-A, Luis Pizarro, en el Ejecutivo ahora que no está el secretario general. "Es imprescindible la presencia orgánica en el Gobierno. Ayuda a la coordinación", asegura un dirigente.
Uno de los nombres que se da casi por seguro en el Gobierno es el de la viceconsejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, que podría ser elevada a consejera. El secretario general de Economía, Antonio Ávila, también podría cambiar de cometido cuando su jefe sea el presidente.
La crisis de Gobierno de Zapatero ha dejado en el aire a valores del PSOE-A que pueden entrar en los planes de Griñán. Es el caso de la andaluza Josefina Cruz, secretaria de Estado en Fomento, con una amplia trayectoria en la gestión de las infraestructuras.
