La fiscal y la acusación particular han mantenido los 28 años de prisión que reclaman para el funcionario de prisiones acusado de asesinar y maltratar a su mujer. El forense que hizo la autopsia cree que el procesado pudo vestir a su mujer tras apuñalarla. El juicio termina el lunes.
Tras las pruebas testificales y periciales practicadas a lo largo de seis sesiones de juicios, tanto la Fiscalía de Sevilla como la acusación particular elevaron a definitivas sus escritos de calificación, en los que solicitan para Rafael S. 25 años por el asesinato de su mujer y otros tres años por un delito de malos tratos psicológicos habituales.
En la sesión de ayer declaró uno de los forenses que hicieron la autopsia al cuerpo de Montserrat, quien dijo que ella "sintió todas" las puñaladas. El perito explicó que en total la víctima presentaba 50 heridas punzantes y 14 golpes que fueron efectuados "con una figura de dos kilos y medios". Además, dijo que, pese a que varias heridas eran mortales (las recibió en los pulmones y en el abdomen) no murió hasta pasados 15 minutos. Asimismo, el forense dijo que muchas heridas no coincidían con el corte en la ropa, con lo que hace pensar que el procesado le quitara algunas prendas a su mujer antes de matarla y que luego se las volviera a colocar.
Las declaraciones terminaron con una psicóloga que ha estudiado el entorno de Montserrat, de la que dijo que tenía "el síndrome de la mujer maltratada", y que ha realizado un perfil del procesado al que calificó de "controlador, distante emocionalmente e incluso hostil con las mujeres". El juicio concluirá el lunes con la lectura de los informes de las partes, tras lo que quedará visto para sentencia.
