El alcalde de Brenes, el socialista Manuel Moreno Noa, lleva en la política desde 1984, cuando se afilió al PSOE. Estuvo cuatro años como teniente de alcalde junto a la regidora Elena Nimo y en el pasado mandato fue el portavoz socialista en la oposición. No ha sido hasta estos últimos comicios cuando se ha hecho con el bastón de mando, aunque para ello ha tenido que pactar con IU.
-¿Qué deuda se ha encontrado cuando ha llegado a la Alcaldía?
-El Ayuntamiento tiene 6,5 millones de euros de deuda financiera y adeuda 5,7 millones a los proveedores.
-¿Cómo piensa reducir este desfase?
-Queremos recobrar las tasas olvidadas, como la de ocupación de vía pública o de obra, que no se han estado cobrando. Además, se revisarán los impuestos y premiaremos a las familias numerosas con una reducción en el IBI. La recogida de basura, por ejemplo, genera un déficit de 430.000 euros al año al tener una de las cuotas más bajas de la provincia, por lo que habrá que subirla.
-¿Ha comenzado ya a adoptar medidas de austeridad?
-Se están realizando restricciones de luz y agua en los edificios públicos, en los centros escolares se han arreglado las instalaciones para evitar el despilfarro y se está cambiando el alumbrado público con otro tipo de luminaria.
-¿Habrá despidos?
-No. A principios del próximo año nos reuniremos con los sindicados para optimizar y reestructurar al personal así como eliminar los puestos duplicados, pero sin la necesidad de echar a nadie a la calle.
-Siguiendo con las medidas de austeridad. ¿Es usted un alcaide mileurista?
-Las nóminas de los 157 trabajadores que tiene el Ayuntamiento suponen 300.000 euros al mes. Esto es un 33% del presupuesto. En el equipo de gobierno somos ocho los que estamos liberados. En bruto, los ediles cobran 1.200 euros, que en neto son unos 900, y yo un poco más. Es muy importante que para poder trabajar por el pueblo, los concejales estén 24 horas disponibles.
-¿Qué planes tiene para incentivar el empleo?
-Hemos puesto en marcha una serie de proyectos. Quizás el más importante sea la reorganización de la bolsa de empleo donde los trabajadores se ordenarán por gremios. Se hará un baremo de una serie de puntos que determinarán el puesto que ocupa cada trabajador. Será una bolsa seria. También estamos negociando con la Junta, la Diputación y UGT para impartir de cursos de formación.
-¿Tiene algún proyecto que destaque en estos tiempos de contención del gasto?
-En breve se abrirá el parque del Bodegón que realizó el anterior Gobierno pero que, a pesar de estar totalmente terminado, se encontraba en estado de abandono. Con la ayuda de la Delegación Provincial de Medio Ambiente y la labor del concejal de Parques y Jardines, esta zona verde hará las delicias de los ciudadanos. Tendrá un ambigú para el que tenemos varios novios, una fuente con peces y estará adornado con piedras de la sierra cedidas por el Ayuntamiento de Castilblanco.
-¿Con qué máxima se presentó a las elecciones?
-Brenes tenía que cambiar ya que era una ciudad sin ley, donde la Policía tenía orden de no operar y los funcionarios estaban hastiados porque no podían trabajar. Todo el poder se concentraba en el alcalde. Ahora, el modus operandi se basa más en delegar y dar autonomía a los trabajadores para que emprendan los proyectos. La crisis ha hecho más daño en Brenes por la falta de organización puesto que se trabajaba al día, sin previsión. Ahora tenemos un guión y estoy respaldado por un equipo serio, responsable y joven, que tiene muchas ganas de mejorar nuestro pueblo.
-Una preocupación de los breneros es el aumento de robos por parte de una banda juvenil. ¿Desde el Consistorio se ha adoptado alguna medida para frenar esta inseguridad?
-Recientemente nos hemos reunido con el subdelegado del Gobierno, Faustino Valdés, quien se ha comprometido a aligerar la situación del Juzgado de Lora, de donde siempre son devueltos estos chicos por el atasco legal que hay. Estamos muy afectados y la Policía se está volcando realizando patrullas especiales.