Menú
Local

Manuel Ramón Alarcón: "La clave para el futuro de las pensiones es crear empleo"

Es catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Sevilla y acaba de ser nombrado magistrado de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, un cargo que afronta con ilusión a sus 64 años. Sustituirá a Antonio Martín Valverde, su amigo y director de sus tesis.

el 09 feb 2010 / 08:40 h.

TAGS:

Manuel Ramón Alarcón nos recibe en su piso, donde vive rodeado por centenares de libros. Allí, desde un séptimo que le permite contar con unas vistas privilegiadas de la ciudad, a las que tendrá que renunciar cuando marche a Madrid, nos da su visión de los temas de actualidad y de su designación como magistrado del Alto Tribunal.

 

-¿Por qué se presentó a magistrado del Supremo?
-Mi tesis doctoral la dirigió Antonio Martín Valverde, que fue uno de los primeros que accedió a magistrado del Supremo por el turno de juristas de reconocido prestigio. Él se jubilaba en septiembre de 2009 y coincidimos en la reaparición de José Tomás y ahí fue donde él me comentó que se iba a jubilar. Entonces me planteé la posibilidad de presentarme.

-¿Se lo planteó antes?
-Nunca. Fue como un flash que me vino en ese momento. Fue una de esas cosas que se te quedan en la cabeza. Concursé y entre 14 aspirantes me han elegido. Estoy muy ilusionado, pues paso de una función crítica de las soluciones legales a aplicar el Derecho y a exponerme a las críticas de los compañeros.

-Llega al mundo judicial, en un momento difícil. ¿Hace falta sanear la Justicia?
-El otro día el presidente de la Audiencia se quejaba del edificio puente y se está hablando de la Ciudad de la Justicia, que no termina de hacerse. La informatización todavía es precaria y hacen falta más jueces. Luego está el tema de las leyes que han tenido muchas reformas, pero las garantías siempre implican un cierto grado de paciencia. Eso sí, una Justicia tardía no es Justicia, y su funcionamiento en un Estado de Derecho es fundamental. Los poderes públicos deberían dedicarle más presupuesto.

-¿Es partidario de abrir el debate de la cadena perpetua?
-Es un debate permanente en todo el mundo. Creo que nuestra Constitución es acertada porque las penas tienen que estar orientadas a la reinserción y eso no debe tocarse. Las leyes hay que hacerlas en frío, aunque sí está bien que se debata.

-¿Cree necesario subir la edad de la jubilación?
-Hay que tener en cuenta los años de cotización y el tipo de profesión, pues tocar el tema de la jubilación simplemente con la edad de referencia es un procedimiento muy pobre. Siempre se ha hablado de que hay que ir a una jubilación flexible y el debate hay que empezarlo por ver qué prefiere la gente. La cuestión es compleja como para reducirla a jubilación a los 65 o a los 67 años.

-¿Cree que se deben ampliar los años de cotización?
-Cuando empecé a estudiar Seguridad Social se tomaban los dos últimos y aquello parecía muy bueno. Después se pasó a 8 y luego a 15 años, e incluso se habló de contar toda la vida laboral. Si de lo que se trata es de rebajar las pensiones del futuro, no estoy de acuerdo porque nuestras pensiones son muy bajas. El problema no es si las cotizaciones de ahora pueden pagar las pensiones futuras, el problema es de crecimiento de la economía y de la productividad. Ahí está la solución, y no quedarse en la ecuación cotizaciones-prestaciones.

-¿Se debe abordar una reforma de la Seguridad Social?
-Tenemos un sistema de reparto que consiste en que activos de hoy pagan las pensiones de hoy. La relación activos-pasivos en 2050 va a ser distinta, pero ¿seremos más rico dentro 40 años? La respuesta es sí. Según todas las proyecciones económicas y demográficas tendremos una tarta (el PIB) el doble de grande para aproximadamente el mismo número de comensales: 47 o 48 millones de habitantes. Por tanto, ¿dónde está el problema?

-La clave está en las políticas de empleo...
-Efectivamente, es el gran secreto: la elevación de la población activa con trabajo. En la crisis actual, la población activa se ha mantenido intacta en 23 millones, lo cual es muy bueno. Pero, sólo tienen trabajo unos 18 millones. Lo importante es que esa tasa de actividad aumente, pues con un 80% y una tasa de paro de menos de dos dígitos, no tiene por qué haber problemas. La pirámide poblacional se ha achatado bastante, pero no es un problema si lo otro está resuelto.

-También se habla de rebajar el despido. ¿Es caro?
-El despido en España puede ir desde cero euros, cuando está justificado por faltas graves, hasta los 20 días por año cuando uno despide porque le va mal, pero cuando las empresas son de menos de 25 trabajadores, que son la mayoría, el Fondo de Garantía Salarial paga el 40%, con lo que el empresario paga sólo 12 días. Eso parece olvidarse y sólo nos fijamos en el despido improcedente que es de 45 o 33 días. Ésa es la realidad del despido y no que el despido en nuestro país son 45 días por año. ¿Hay que reformarlo? No lo creo.

-Hace poco la Hispalense estuvo en el punto de mira por permitir terminar los exámenes a los que copian. ¿Comparte esa norma?
-Estoy de acuerdo con que lo hayan derogado porque es un tema claro de legislación innecesaria. No hay casos, o al menos son anecdóticos, de abuso de un profesor por echar a un alumno que no estaba copiando, más bien al contrario.

-¿Ha perjudicado a la imagen de la Universidad?
-La ha perjudicado porque eso no es el derecho a copiar, eso era una lectura tendenciosa.

-¿Esta la Hispalense preparada para el Plan de Bolonia?
-Ni la Hispalense ni ninguna. Bolonia nació en un acuerdo de 1999 y su error fue dar un plazo de 10 años para su implantación, porque los primeros se perdieron y en los últimos años se han hecho las cosas aprisa y, con la crisis, sin los medios necesarios. Pese a ser un defensor, me he convertido en un bolonioexcéptico.

  • 1