La cita era en la ganadería salmantina de Garcigrande, una de las vacadas preferidas por la clase alta del escalafón taurino, que acogió este inusual encuentro del artista alicantino con los medios de comunicación que estuvo acompañado de un tentadero junto a algunos alumnos de las escuelas taurinas de Madrid y Salamanca.
Manzanares no eludió entrar en harina. La pregunta del millón era su sonada ausencia de Sevilla en unión de Morante, El Juli, Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante que ha obligado a trazar una feria muy distinta al esquema habitual. Con nuestra ausencia de Sevilla lo que estamos pidiendo es respeto. Para nosotros y para todos han sido las primeras declaraciones del torero recogidas por Aplausos- al justificar una ausencia que ha condicionado negativamente la gestación de la temporada taurina sevillana. En la vida el respeto es fundamental y la empresa de Sevilla a mí no, pero a mis compañeros sí les ha ofendido y por lo tanto mi posición es la de estar al lado de ellos ha asegurado el matador afirmando que no hay ningún tipo de interés económico en esta decisión que según su particular apreciación iba a ser entendida por la afición de Sevilla.
Lo de Sevilla no es producto de un calentón, llevamos ya muchos años tragando cosas y este año ha explotado ha desvelado Manzanares afirmando que el planteamiento sigue siendo no torear en la plaza de Sevilla mientras siga regida por la empresa Pagés. En cualquier caso, abrió una tímida puerta a un entendimiento que según su propia visión del asunto- podría producirse a medio plazo, incluso a lo largo de este mismo año: reconozco que tengo esperanzas de que poco a poco se vaya solucionando el problema por el bien de todos. Lo que hagan mis compañeros, haré yo.
José María Manzanares también aludió a las lagunas que han contaminado la capacidad de comunicación de los matadores de la primera fila reconociendo que a los toreros lo que nos está faltando es expresarnos mejor de cara a los aficionados y al público, porque cada vez que hablamos surgen muchas dudas. En ese punto afirmó que hay algo que nos falla y eso es la comunicación. En esa línea aseguró que una de las asignaturas pendientes de los coletudos es la translación de los valores propios de la Tauromaquia a una sociedad cada vez más destaurinizada: Cuando el torero actúa dentro y fuera de la plaza como realmente siente, es un ejemplo para la sociedad, señaló Manzanares añadiendo que durante muchos años ha faltado trasladar esos valores al pueblo, cosa que nosotros estamos sabiendo hacer a través de poner en valor una mente más abierta.
El fallido G-10, que se apuntó el traslado de los toros a Cultura pero se estrelló en la gestión de los derechos de televisión ha sido otro de los temas que se han puesto sobre la mesa campera de Garcigrande. El G-10 fue una idea que surgió con muy buena intención pero que se nos terminó yendo de las manos ha asegurado el matador añadiendo que hubo muchas circunstancias que hicieron que aquello fallara. Manzanares ha explicado que el distinto interés económico de sus miembros torpedeó un grupo al que, según ha señalado, le faltó en determinados momentos actitud, y compromiso y en otros capacidad de comunicación. Probablemente también hubo una cierta deslealtad entre nosotros ha reconocido el torero alicantino mostrando su disgusto por el fin de aquel efímero grupo que, advirtió, no está continuado por el denominado G-5, surgido tras la sonada negativa del grupo a torear en la plaza de la Maestranza. Lo de ahora es una cosa puntual, producto del trato que nos ha dado la empresa de Sevilla, ha asegurado.
Finalmente, el torero no ha precisado el número total de festejos que cubrirá en la temporada 2014 que podría rondar entre los 25 y los 40 contratos- aunque sí ha dejado traslucir su disgusto por no estar anunciado en el coso del Baratillo: No estar en Sevilla es algo irremplazable para mí. Cada inicio de temporada, cuando comienzan mis entrenamientos, siempre pienso que estoy toreando en Sevilla. Es la plaza más importante para mí y lo ha sido para mi carrera ha reconocido añadiendo un último dato que podría tener muchas lecturas para la próxima resolución del conflicto: he decidido no hacer el paseíllo en ninguna otra plaza durante todo el tiempo que dure la feria de Sevilla, como una forma de guardarle la ausencia a la Maestranza.
