"Siento deciros que hasta el día 17 de agosto no me quitarán el tornillo que tengo puesto en el dedo para inmovilizar la articulación". Era la confirmación del propio diestro -vía twitter- que llegaba en las primeras horas de la madrugada del martes.
Muy poco después se supo que el propio matador otorgaba libertad a su famosa cuadrilla -Curro Javier, Trujillo, Blázquez, Chocolate y Barroso- para colocarse con otros matadores en el tiempo que permanezca aún en el dique seco. Pero la ausencia podría rebasar esas tres semanas largas antes de la retirada del tornillo quirúrgico si sumamos la necesaria rehabilitación de los ligamentos de la mano derecha que se lesionó el 30 de mayo en Aranjuez y de la que fue intervenido hace dos semanas en Santander.
El caso es que Manzanares se perderá un buen número de contratos y obligará a las empresas a recomponer muchísimas ferias. Ya había sido sustituido en Valencia por Ponce y los empresarios de Huelva esperaban como agua de mayo la noticia de una reaparición que se va a hacer esperar. En el mano a mano que tenía que dirimir con El Juli el próximo 4 de agosto en las Colombinas suena con fuerza el nombre de Talavante. Pero el alicantino también estaba anunciado al día siguiente en otro vis a vis en El Puerto -ésta vez con Morante- que se antoja imposible de recomponer.
Manzanares se habría perdido también los compromisos adquiridos en Tudela, Santander, Estella, Beziers, Huesca, Gijón, Dax, las dos tardes apalabradas en San Sebastián y el primer compromiso contraído en Málaga antes de la retirada del tornillo que sujeta su ligamento lesionado. Después del 17 parece muy complicado que pueda estar listo para cumplir con la segunda corrida de Málaga, la repetición de El Puerto, la trascendental doble sesión de Bilbao o la feria de Almería.
El propio matador ha vuelto a tirar de twitter para lamentar su indeseado eclipse en la yema de la temporada: "Siento no poder estar en cada una de las plazas en las que estoy anunciado, y más siento aún no poder sentir vuestro calor en ellas. Gracias a todos por vuestra preocupación hacia mi, os lo agradezco de todo corazón, y más en estos momentos". Se impone la prudencia. El alicantino ya sufrió los rigores de una rehabilitación precipitada después de cercenarse los tendones de la mano izquierda en Utrera. Visto lo visto, la fecha de su definitivo reencuentro con los ruedos sigue siendo una incógnita.
