José María del Nido aseguró en la presentación de Gregorio Manzano como entrenador del Sevilla que le había exigido la clasificación de la Liga de Campeones. El técnico de Bailén fue entonces un poco indefinido y no respondió con contundencia a la petición del presidente, pero este fin de semana ha sido más rotundo y ambicioso. De hecho, es él el que asegura no conformarse con tan sólo una cuarta plaza en la Liga.
“Mi tarjeta de presentación dice que quiero que peleemos por los puestos de la Liga de Campeones. Cada año es más difícil y hay más equipos que se han reforzado muy bien como Villarreal y Atlético de Madrid, que la pasada temporada quedaron el siete y el nueve. Quiero la cuarta plaza como mínimo, pero sueño con algo más arriba. Depende de nosotros”, ha señalado en los medios del club el técnico, que en cualquier caso no ha querido ser más explícito: “Porque si digo que vamos a ir a por la Liga, el presidente me saca en Semana Santa bajo palio. Vamos a dar todo porque sea un año feliz y bonito para todos los sevillistas”.
Ese “algo más” que desea Manzano quizás esté en la Copa del Rey, una competición de la que tiene “mono”, sobre todo desde que fue campeón de la misma con el Mallorca. “Siempre me ha gustado y ya estuve en semifinales hace dos años y en cuartos el pasado con un equipo menor. Hemos dado guerra siempre y no la voy a dejar atrás. Con el Sevilla espero estar en otra final”, ha señalado.
Y como parte con mucha ambición, tampoco deja atrás la Liga Europa, que le ilusiona bastante: “Mi debut en este torneo fue una satisfacción enorme para mí, egoístamente. Debutar en Alemania después de tantos años de trabajo, y además con el buen pie con que lo hicimos...”. Ha recordado, pese a todo, que es “una competición dura, con equipos de muy alto nivel, pero ojalá” el Sevilla llegue “lo más lejos posible”.
A bote pronto no se puede decir que Manzano evite la presión, aunque igualmente ha asegurado que no se deja “influenciar por ningún entorno, personas ni medios”. “A mí no me afecta para nada. Hay que tener las cosas claras cuando se entra a trabajar en un equipo grande como es el Sevilla y yo no las diferencio en el trabajo, aunque sí en el entorno, lo admito como es”.
La mentalidad. Gregorio Manzano, conocido como ‘el profesor’, ha dejado una gran labor psicológica tras de sí. De hecho, ha convertido a equipos a priori mediocres, como el Mallorca, en conjuntos que han peleado por cotas muchas más altas. A este respecto, su trabajo en el Sevilla consistirá en convencer a los futbolistas de que siguen siendo de primer nivel. “El fútbol de hoy en día está muy igualado físicamente porque todos los equipos trabajan igual, a nivel táctico, todos los sistemas de juego tienen sus ventajas e inconvenientes y los jugadores son parejos técnicamente... Por eso, lo que marca la diferencia de un equipo y otro al final de una temporada es su mentalidad. Hay que afrontar en cada momento la situación por conseguir el triunfo porque un punto de diferencia en alta competición es mucho. Un gol puede significar un mundo. Una buena mentalización y una buena aplicación de los conceptos psicológicos en este deporte son importantes y hay que trabajarlos bien. Además me gusta y lo hago”, ha explicado el de Bailén.
Rotaciones. Por otra parte, el ex preparador del Mallorca, Atlético y Valladolid, entre otros equipos, se ha referido igualmente a su punto de vista sobre las rotaciones, “un asunto un poco complejo porque los jugadores no son clones”: “Si queremos jugar en un partido de ida con un equipo que es pesado y lento y queremos jugar con velocidad y aprovechando los espacios, hay que utilizar los jugadores de esas características, y si queremos perforar a un equipo que viene a casa a encerrarse, habrá que utilizar otros. Las rotaciones vienen dadas por muchas circunstancias: por el partido y por los propios jugadores porque cada partido tiene su propia historia. Lo importante es que estén todos los jugadores bien”.
