Un atracón de los de último día de campaña, cuando el por aquel entonces candidato, Juan Ignacio Zoido, fue capaz, sin inmutarse, de marcarse una tourné por los 11 distritos de la ciudad y, como Cenicienta, antes de llegar la medianoche tener tiempo de dar un último mitin junto al río y marcharse en barco. Es una capacidad innata del ahora alcalde, esa de multiplicarse y estar en todas partes. Un don que, por cierto, apenas había explotado en estos dos años y medio de mandato, salvo los Jueves Santos con overbooking de templos por visitar, hasta que ayer, alentado por una semana de críticas de la oposición por la tardanza en las obras en los colegios de Sevilla, decidió darse un atracón, y de los gordos, a menos de 24 horas del inicio escolar: 11 colegios, uno por distrito. Dedicado un día en cuerpo y alma al único objetivo de inspeccionar obras, empezando en Nervión y terminando en Casco Antiguo, precisamente en un centro que visitó días atrás el líder de la oposición, el socialista Juan Espadas. Allí, en la última visita, que fue al colegio Santa Ángela de la Cruz sobre las 19.00 horas, Zoido reconoció que no se habían podido acometer la obra, aunque por los problemas económicos de la empresa constructora. Las obras empezarán la semana que viene y causarán las menores molestias a los vecinos. Antes, en una de las paradas de este maratón colegial, ahondó en esas obras inacabadas, a pesar de que prometió que se aprovecharían los meses de julio y agosto para acometer actuaciones de mejora. Lo ideal es que las obras en los colegios se lleven a cabo en el verano, pero desgraciadamente eso no es posible siempre, defendió el alcalde, que no dudó en vender una inversión de nueve millones de euros en dos años en mejoras de 88 instalaciones educativas. Y lo hizo por etapas. A las 8.30 horas ya estaba en la puerta del colegio Martín de Gainza del Distrito Nervión, donde le pidieron arreglar el suelo del patio infantil, a la par de reclamarle un aire acondicionado que es, según les explicó, competencia de la Junta. Idéntica demanda solicitaron en el colegio Borbolla, en San Pablo-Santa Justa, donde, además de inspeccionar las obras, llegó la primera anécdota: la charla animada de Zoido con una alumna con el brazo escayolado que iba a consultar los horarios. No fue la única nota de color que destacó la comitiva. Desde fotos con niños, padres y limpiadoras de centros hasta la visita al Pío XII de la mano de un cicerone de 12 años llamado David con el que Zoido coincidió en la clausura de la escuela de verano. Pero, más allá del anecdotario, Zoido se dio el paseo blandiendo la culminación de obras de cuyo retraso responsabilizó al anterior Gobierno local. El saneado del recreo infantil en Los Azahares, la colocación de canastas y pintado de puertas en el colegio España, el vallado del Borbolla, el ascensor en Juan XXIII de Cerro-Amate o la nueva cubierta en el Vara del Rey fueron algunos de los logros defendidos por Zoido. Pero si el regidor es corredor de 100 metros, Espadas es más de larga distancia. Y en su carrera se ha topado ya con 24 obras comprometidas que ni se ha iniciado su ejecución. La etapa de ayer fue en el Distrito Norte. En el CEIP Federico García Lorca se topó lo que tildó de chapuza: una nueva biblioteca a medio hacer y un ascensor instalado que no se puede poner en servicio ante la falta del contrato de mantenimiento. Y eso a 24 horas de que el colegio abra y espere a un niño de 6 años con movilidad reducida y cuya aula está en la primera planta. Zoido ha querido aprobar en el último día, pero directoras como las de este centro ya le habrían suspendido por no actuar a tiempo, manifestó el edil socialista. El recorrido del alcalde en fotos