Marcelino ha cambiado la dinámica que atenazó al Sevilla la pasada campaña. Desde su llegada al club estableció como prioridad mejorar el nivel defensivo del equipo, y por el momento sus planes, al menos en lo que a la Liga se refiere, están saliendo bien: cinco partidos disputados y sólo tres goles encajados. Estamos ante uno de los registros defensivos más brillantes de la historia de la entidad.
Tal es así que la cifra actual de tres goles, junto a la de las temporadas 09/10 (Manolo Jiménez), 04/05 (Joaquín Caparrós) y 82/83 (Manolo Cardo), es la mejor que se ha visto en más de dos décadas; concretamente, en los 22 últimos años, pues hay que remontarse a la campaña 89/90 (dos goles en contra, con Vicente Cantatore) para encontrar un dato mejor. Esta cifra de dos tantos recibidos a estas alturas también se logró en la 69/70, con Max Merkel.
El récord histórico del club tras cinco jornadas disputadas (un solo gol encajado) se firmó en las temporadas 70/71 (Merkel) y 84/85 (Cardo). Un registro que parece casi imposible de alcanzar ya en el fútbol actual.
Queda mucho por delante, pero Marcelino ha logrado echar el cerrojo. En estos momentos, el Sevilla es uno de los equipos más sólidos en defensa de todos cuantos toman parte en el campeonato, y esto es mérito tanto del técnico como de los jugadores.