El serial que acabará con Marcelino García Toral como entrenador del Sevilla para la temporada 2011/12 vivió ayer en Santander un nuevo capítulo. Poco antes de las 18.30 horas, el agente del entrenador asturiano, Eugenio Botas, se personó en el estadio de El Sardinero para reunirse por segundo día consecutivo con Francisco Pernía, presidente del Racing, y Roberto Bedoya, director general de la entidad cántabra.
Aunque en esta ocasión la reunión se alargó más en el tiempo –cerca de tres horas– el resultado fue el mismo que en la acaecida el miércoles. Pernía sigue sin dar su brazo a torcer y no facilitará la marcha al Sevilla de Marcelino, con lo que el técnico asturiano tiene que actuar con celeridad si quiere cumplir su ilusión de entrenar al equipo del Ramón Sánchez Pizjuán.
El propio Eugenio Botas reconoció brevemente a este periódico que tras el cónclave no se había producido “ninguna novedad”, y al ser preguntado sobre la posibilidad de que Marcelino rescinda unilateralmente su contrato acogiéndose al decreto 1006/85 contestó con un relevante “algo haremos”.
Así las cosas, todo hace indicar que el aún técnico del Racing comunicará en la mañana de hoy al club cántabro que se acoge al citado decreto –un extremo que quería evitar a toda costa para no acabar mal en Santander– y dará por concluido su periplo racinguista a la espera de que un juez cifre la indemnización que habrá de pagar. Otra opción para Marcelino habría sido pagar de indemnización el millón de euros de ficha que estaba estipulado en su contrato, aunque el entrenador no ha querido, argumentando que el Racing aún le debe unos 400.000 euros que, tras la espantada de Ali Syed, tiene muy difícil cobrar.
Así pues, el ‘culebrón Marcelino’ debe cerrarse a lo largo del día de hoy, por lo que tras la negativa de Bielsa, el técnico asturiano será finalmente el encargado de dirigir la nave sevillista para la próxima campaña con el claro objetivo de clasificarse para la Champions League y, a ser posible, acabar entre los tres primeros clasificados.
Las claves del decreto. El citado decreto es familiar para el sevillismo, ya que fue al que se acogió Juande Ramos el 26 de octubre de 2007 para acabar su contrato con el Sevilla y marcharse al Tottenham Hotspurs, una maniobra que no sentó nada bien ni a la afición ni al consejo de administración, y que finalmente le costó al técnico manchego 1,5 millones de euros.
La resolución dice lo siguiente: “La extinción del contrato por voluntad del deportista profesional, sin causa imputable al club, dará a éste derecho, en su caso, a una indemnización que en ausencia de pacto al respecto fijará la Jurisdicción Laboral en función de las circunstancias de orden deportivo, perjuicio que se haya causado a la entidad, motivos de ruptura y demás elementos que el juzgador considere estimable.
En el supuesto de que el deportista en el plazo de un año desde la fecha de extinción, contratase sus servicios con otro club o entidad deportiva, estos serán responsables subsidiarios del pago de las obligaciones pecuniarias señaladas”.
Avalado por Jordi López. El ex sevillista Jordi López, que fue entrenado por Marcelino y por Manzano entre otros, dijo ayer en Radio Marca que “el Sevilla va a ganar muchísimo con Marcelino y quitándose a Manzano, seguro que lo hace mucho mejor”.
