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Marchena refuerza el apoyo a los inmigrantes

La llegada a Marchena de unos 700 inmigrantes, más otros centenares fuera de censo, es ya considerado por muchos como el más importante cambio social experimentado en los últimos años.

el 14 sep 2009 / 21:35 h.

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La llegada a Marchena de unos 700 inmigrantes, más otros centenares fuera de censo, es ya considerado por muchos como el más importante cambio social experimentado en los últimos años, ya que por primera vez en muchos siglos vuelven a convivir de nuevo personas de varias religiones y de distintas culturas procedentes de todo el mundo.

Fruto de este fenómeno es el incremento de población desde hace cinco años. Hasta entonces Marchena perdió población o se mantuvo. Ahora se espera que pronto se rebase la línea de los 20.000 habitantes, ya que según el último censo hay 19.089. Pero fruto de este cambio es también creación por vez primera tras las pasadas elecciones municipales de una Concejalía de Inmigración que se prepara ya para el día 18. Será cuando se celebre el Día Internacional de los Migrantes.

Entre la programación prevista está un curso de español para inmigrantes que se imparte de lunes a jueves, de 19.00 a 20.30 horas en el edificio de la Cámara Agraria. Igualmente, el día 18 se celebrará en los colegios un concurso de dibujo donde los alumnos deberán reflejar su visión de la interculturalidad.

El relato de la experiencia de la migración es muy similar para los vecinos de Marchena que emigraron a Cataluña que para los que, procedentes de otras partes del mundo, llegan aquí. "Llega el momento en que no quieres volver a tu tierra natal. Cuando salimos, estaba la idea de regresar. Pasa el tiempo y te das cuenta de que tus hijos también tienen trabajo, que se integran poco a poco", cuenta Rosario Pérez Arispón que de Marchena se fue a Cataluña. Es empresaria en Barcelona y cuenta en un reciente libro de memorias la experiencia de emigración.

Otro emigrante, Florencio Montes, recuerda la experiencia vivida en sus años en Barcelona. Cofrade muy comprometido se perdió su primer Jueves Santo por la emigración. "Un día en que veía en el No-Do un documental sobre Marchena ya no pude ver la película porque los ojos se negaban a ver otra cosa que no fuera el pueblo y el corazón era un potro desbocado camino de mi tierra", rememora.

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