Marcos Contreras Manrique, vicepresidente segundo de Cajasol y miembro de su consejo de administración a propuesta del Partido Popular (PP) de Andalucía, asumirá la gestión de la Corporación Empresarial (grupo de empresas) de la entidad financiera sevillana presidida por Antonio Pulido.
Aunque la semana pasada Pulido tomó las riendas del grupo de empresas participadas, antes de dos meses emprenderá una delegación de funciones para que Marcos Contreras, al que se le exige dedicación exclusiva y, por tanto, abandonará su cargo de consejero delegado de la compañía familiar andaluza Vimac, pueda ejercer su gestión, si bien reportará directamente al presidente de la caja de ahorros.
El joven directivo, perteneciente a la familia sevillana Contreras y de 37 años de edad, proclama su independencia política pese a haber sido el propio presidente del PP andaluz, Javier Arenas, el que le propusiera para entrar en el consejo de Cajasol. A este partido dice estarle agradecido, pero también a Antonio Pulido por mostrarle su plena confianza y apostar por un hombre de empresa para llevar precisamente eso, empresas.
Es más, Marcos Contreras defiende el modelo actual de las cajas y, asevera, parte de sus problemas actuales reside en que, en las épocas de bonanza y del boom del ladrillo, intentaron parecerse a los bancos. Y ahora, "más que nunca", es cuando deben ser cajas, argumenta. Sobre el peso inmobiliario en la Corporación Empresarial, reconoce que es más elevado del que desearía, aunque matiza que ni por asomo es preocupante, se encuentra bien administrado y los suelos propios, con magníficas ubicaciones, pueden aguantar el tiempo que sea necesario hasta que escampe el temporal.
De todas formas, agrega, la cartera de empresas, con 186 firmas, se encuentra muy diversificada, con presencia en múltiples sectores de la economía, tanto industriales como de servicios. Así, destacan las participaciones en agroalimentación (García Carrión, Grupo SOS), turismo (Isla Mágica, Hoteles Playa), tecnologías (Sadiel, Newbiotechnic), aeronáutica (Alestis), servicios (Agua y Gestión, Puerto Triana), ingeniería (Isolux) e industriales (Unipapel, Persán, Tubespa).
Contreras incide en que, al tiempo que la rama inmobiliaria seguirá reestructurándose, el interés principal de Cajasol se ceñirá a la industria y los servicios, con los que contribuir a la recuperación y al desarrollo económico de la comunidad andaluza. En estos momentos, indica, la Corporación Empresarial es rentable, es decir, genera beneficios.
En concreto, y según ha manifestado el propio Pulido, fueron alrededor de 30 millones de euros el año pasado, y él mismo cifra en un 30% el peso del sector inmobiliario, inferior al 50% que aportan las participadas industriales, siendo un 20% el porcentaje para las firmas instrumentales.
Las cuentas enviadas por Cajasol a la patronal española de las cajas, la CECA, revelan que el valor en libros (contable e inferior al de mercado) del grupo empresarial alcanzaba al cierre de 2008 los 751,05 millones de euros, el segundo en importancia entre las entidades andaluzas, tras el de Unicaja (1.779,49 millones).
