Cultura

María Pagés enloquece a los franceses con su 'Autorretrato'

La hermosa ciudad de la región de las Landes parece una de nuestras capitales andaluzas. Es increíble el ambiente que reina aquí desde el pasado lunes, cuando la sevillana María Pagés llenó el Espace François Mitterand para presentar su último obra, Autorretrato.

el 16 sep 2009 / 05:23 h.

La hermosa ciudad de la región de las Landes parece una de nuestras capitales andaluzas. Es increíble el ambiente que reina aquí desde el pasado lunes, cuando la sevillana María Pagés llenó el Espace François Mitterand para presentar su último obra, Autorretrato, en el concurrido Festival de Arte Flamenco de Mont-de-Marsan. Dos mil localidades ocupadas por aficionados de esta ciudad y de otras cercanas donde, como aquí, el flamenco es una religión: lugares como Pau, Tolouse y Nimes, donde lo jondo goza también de gran predicamento. Y con las entradas a unos precios que, con la que está cayendo, es de un gran mérito colgar el cartelito de no hay billetes.

La verdad es que aquí no se nota la crisis. El ambiente que hay se palpa cuando llega la hora del almuerzo, una especie de buffet al que sólo acceden quienes tienen algún tipo de relación con el festival. Ciento cincuenta personas había ayer en el Auberge landaise, donde pudimos degustar el rico paté, quesos de todo tipo, carne de ternera y unos postres tan exquisitos que daban ganas de pedir asilo gastronómico.

Eso de que los flamencos no comen habría que irlo enterrando, porque los que andan por aquí muestran un apetito voraz. También es verdad que trabajan lo indecible, con tantos cursos y ensayos, sin hablar de las actuaciones, en las que tienen que dar el callo porque los aficionados de aquí no están sólo por la pincelada con arte; al artista le exigen una entrega total, profesionalidad y dedicación. María Pagés lo sabe y ocupó el gran escenario del Mitterrand dispuesta a poner al público de pie. No sólo de pie: aquí los aficionados patean con tanta fuerza el suelo del teatro cuando aprueban un espectáculo, que parecía que el edifico se iba a derrumbar.

Sin embargo, algunos andaluces que están por estas tierras se mostraron fríos y críticos con María Pagés porque piensan que no es para tanto, que es sólo una bailaora que se lo monta muy bien. Tan bien que lleva años girando con su propia compañía y presentando espectáculos de gran éxito, como Autorretrato. Ella no tiene la culpa de que algunas de sus compañeras no trabajen tanto.

Autorretrato es una obra con la que la coreógrafa de Triana repasa su vida en los escenarios, una especie de balance artístico y personal que resuelve con excelentes coreografías y un repertorio de bailes nada ruidoso de no ser castizo: seguiriyas, alegrías, tientos, soleares y tanguillos le imprimen un ritmo al espectáculo que no hay lugar para la tregua. Por no hablar de la preciosidad de baile que monta sobre la base de la lectura de un poema del escritor portugués José Saramago, leído por él mismo. Esto no podría llevarse a cabo sin saber bailar y conocer muy bien la expresión corporal y la danza.

Cuando acabó el espectáculo y nos fuimos todos a cenar con Carlos Saura, María entró y todos se pusieron de pie para recibirla. Acababa de triunfar en una tierra donde no es fácil dar gato por liebre.

  • 1