Cultura

María Pagés: «No hay éxito mayor que el trabajo bien hecho»

La bailaora sevillana echa la vista atrás para hacer balance de sus veinte años al frente de la compañía de baile flamenco que lleva su nombre. Una vez más, será el Teatro de la Maestranza el que preste su escenario a esta señora del baile, que celebra sus dos décadas de profesión con ‘Mirada’ (hoy y mañana a las 20.30 horas).

el 27 jun 2010 / 19:04 h.

La bailaora, majestuosa en una foto promocional de su espectáculo ‘Mirada’.

-¿Nunca se ha tomado un año sabático?
-Nunca; es algo imposible, una artista no puede parar tanto tiempo, sobre todo si tiene una compañía, una gente que depende de que esa compañía funcione. Cuando las cosas van bien, y en nuestro caso es cierto, es imposible parar.

-¿Y ni siquiera un mes sabático?
-Eso sí, claro. Ahora, en verano, suelo parar un mes para descansar y poder afrontar nuevos compromisos.

-¿Cuál sería el balance de estos vente años con su propia compañía?
-Muy positivo, claro. Lo resumiría en tres palabras: trabajo, rigor y fe. Ha sido nuestro lema. El trabajo es lo principal, el rigor es imprescindible, y la fe es lo que al final lo mueve todo.

-¿No es una heroicidad mantener durante veinte años una compañía de flamenco, sabiendo cómo son de anárquicos los artistas de este mundillo? Mario Maya decía que no era fácil bregar con "los flamenquitos"...
-Je, je. No es fácil bregar con los seres humanos en general, porque somos como somos. Es cierto que los flamencos somos muy particulares, un tanto especiales, pero yo he procurado siempre, sobre todo en estas dos décadas, rodearme de buenos profesionales. Si no es imposible. Fiti y Ana Ramón, por ejemplo, llevan conmigo muchos años y eso me gusta, porque crea vínculos afectivos y conseguimos crear muy buen ambiente en los ensayos, en los viajes, en las actuaciones...

-No ha hablado aún de los éxitos. ¿Cómo se asimila tanta gloria como la que usted ha tenido?
-No creyéndoselo. Puedes dar en la diana con una obra: De la luna al viento, El perro andaluz, Sevilla..., pero es eso, un acierto. El éxito más grande es el trabajo bien hecho, estos veinte años de lucha. Y, sobre todo, poder seguir adelante porque el trabajo ha dado sus frutos.

-¿Por qué ha llamado Mirada a esta obra?
-Bueno, siempre está bien detenerse un poco y mirar hacia atrás para ver lo que has hecho. Y cuando miras hacia atrás recuerdas momentos, flashes..., esos instantes mágicos que se han podido dar en Sol y sombra, que fue nuestra primera obra; en De la luna al viento, en Autorretrato...

-¿Le puede la nostalgia?
-Tampoco es eso. Pero la verdad es que cuando miro hacia atrás siento nostalgia de momentos, de situaciones, de algunas personas... De Manolo Soler, por ejemplo. Por eso he metido un poco de su música, de su manera única de hacer sonar las tinajas, de tocar la caja, de hacer compás...

-¿Estamos hablando de una obra recopilatoria?
-No es una recopilación, aunque he escogido algunos momentos de otras obras para hacer Mirada. Pero es una obra nueva, una creación, con coreografías nuevas y música de Rubén Lebaniegos. Obviamente, y no quiero desvelar muchas cosas más, algunos vais a reconocer detalles.

-Suponemos que ese teatro para el flamenco que proyectó con el empresario Miguel Gallego, en Sevilla, se habrá quedado parado. ¿Es así?
-Por supuesto que sí. No es el momento de hacer realidad el sueño de que Sevilla tenga un teatro sólo para el flamenco. Lo de la crisis es verdad y, aunque no hay mal que cien años dure, desgracidamente ahora hay que parar muchas cosas.

-Pero su proyecto es de carácter privado...
-Claro que sí. No depende sólo de las instituciones, por fortuna. Aun así, el momento no es el más indicado para construir el teatro y ponerlo en marcha.

-O sea, que se deja para más adelante.
-Así es. El espacio está ahí, el proyecto, las ganas... Pero tiene que esperar.

-¿Nos promete que conseguirá eso para Sevilla y el flamenco?
-No suelo crear falsas ilusiones. Sevilla tendrá ese teatro para el flamenco, aunque no sé para cuándo.

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