La escritora cordobesa María Rosal obtuvo el jueves el IX Premio de Poesía Aljabibe, dotado con 12.000 euros, por su obra Espeleología humana, en la que, sirviéndose de la metáfora de un sobrio pozo típicamente andaluz, realiza una introspección personal sobre los miedos y fantasmas de la niñez y la adolescencia. El jurado, presidido por el Premio Príncipe de Asturias Pablo García Baena y conformado por Rosa Díaz y Antonio Hernández, destacó la calidad de esta obra y la definió como una "metáfora de la existencia en sus manifestaciones interiores constitutivas de una segunda realidad determinante de la actuación humana" Baena se refirió a la obra como una "bajada a los infiernos", un libro "duro y amargo", "muy hermoso y maravillosamente escrito".
Con el lema de un pozo, en medio de un sobrio patio, en el que no asoma "ni un geranio" ni "destellos de adornos", la obra recoge los miedos a los ahogados y a los fantasmas que habitan en estos pozos, aquellos de los que se les hablaba a los niños cuando asomaban la cabeza para verse reflejados en su agua. La galardonada indicó que el pozo representa un espacio simbólico muy conectado con sentimientos de su vida personal y que la obra "refleja un momento de la vida contemporánea llevado a la infancia y la adolescencia".
Según el jurado, de las 59 obras que se presentaron en esta edición al premio "unas cinco o seis también habían sido merecedoras del galardón", señaló Baena. No obstante, el fallo a favor de Espeleología humana fue tomado por unanimidad por el jurado, que en consonancia con la filosofía del galardón, pretende dar una proyección de la actividad de los poetas andaluces.
