Mariano Suárez gesticula en la banda del Guadalquivir. Foto: R. Ruiz.
Mariano Suárez López es uno de los iconos de la historia reciente del Coria CF, un club en el que ha adquirido la categoría de emblema gracias a los registros que ha firmado en el Guadalquivir. La entidad ribereña es, en esencia, el hogar de aquel técnico que en la campaña 2001-02, con sólo 31 años, decidió debutar en los banquillos con el Algeciras CF de Primera Provincial Alevín. Desde entonces, el coriano ha sido uno de los referentes de la fábrica amarilla, en la que aterrizó en 2009 y en la que cumplirá ante el Cabecense 75 encuentros oficiales.
Tras su efímero y circunstancial periplo en la cantera del Algeciras, Suárez adquirió el nivel II de entrenador, una titulación que estrenó en Primera Andaluza con el Camas, desde donde emigró a la histórica UD Pilas. Fue en la 2009-10, tras una etapa como segundo en la primera plantilla del Real Betis, cuando se incorporó al organigrama de preparadores de las categorías inferiores del Coria. El técnico ribereño debutó a las órdenes del Preferente Cadete ante la UD Bellavista (0-0). Apenas completó cuatro jornadas como guía de un bloque en el que militaban Álex Campos, Jero y Juanma Garrido, en la actualidad jugadores del primer equipo.
Tras dos campañas en Heliópolis, en las que alternó el Betis C, en Primera Andaluza, y el Betis B, en Segunda División B, Suárez se comprometió con el club de su vida el curso anterior, en el que respondió a una llamada de Francisco Lama, director deportivo. En la 12-13 dirigió al Coria en 44 partidos oficiales, 38 de Liga regular en el grupo X de Tercera División, 4 del play-off a Segunda División B ante Calahorra y Poblense y 2 de la Copa Real Federación Española ante el San Roque, mientras que en la actual ha afrontado 26 encuentros, 24 de Liga y 2 de Copa RFEF. En total, 70 partidos que, unidos a los cuatro que entrenó en Preferente Cadete, suman 74, a sólo uno de los 75 que celebrará ante el CD Cabecense en el Carlos Marchena. Un cumpleaños en pleno proceso de escalada hacia la permanencia.
