Eduardo Peña, Mario Conde y Luis Oliver en el palco del Villamarín.
El actual consejo de administración del Betis, con Jaime Rodríguez-Sacristán a la cabeza, disfrutó ayer de su última comparecencia en el palco del estadio Benito Villamarín. Mañana, tras la junta extraordinaria de accionistas, dejará su sitio a un nuevo consejo que presidirá Rafael Gordillo. Para Luis Oliver, por tanto, el choque contra el Córdoba era la penúltima ocasión para lucir palmito, coloquialmente hablando, como consejero deportivo del club verdiblanco, y el navarro aprovechó la coyuntura para invitar a uno de los emblemas de su discurso, el único hombre que se ha avenido a confirmar que apoyaría a Bitton Sport: Mario Conde. El ex presidente de Banesto se sentó en las filas traseras del palco de Heliópolis, por supuesto al lado de Oliver, y desde allí vio en vivo el Betis-Córdoba. La actitud de la grada con los dirigentes salientes, por cierto, fue de indiferencia, como ha sucedido desde que Rodríguez-Sacristán accedió al cargo.La presencia de Conde en el coliseo de La Palmera no fue una simple anécdota. Después del encuentro, el empresario y abogado se llevó a la plantilla, el cuerpo técnico, los consejeros y los empleados del club a su finca Los Carrizos, en Castilblanco de los Arroyos, donde había preparado una fiesta por todo lo alto que de alguna manera sirvió de despedida para Oliver, aunque el consejero deportivo continúa avisando de que esto no es un adiós sino un hasta luego, a la espera de que la Audiencia Provincial confirme o revoque las medidas cautelares que adoptó la jueza Mercedes Alaya en julio y que supusieron la suspensión de la venta de las acciones de Farusa a Bitton Sport.
El caso es que dos autobuses esperaban a tan peculiar expedición tras el partido. En uno se montaron los jugadores (incluido Caffa, que el viernes rescindió su contrato con el Betis) y los técnicos; en el otro, los empleados. Desde allí, todos rumbo a Castilblanco para ser agasajados por Conde, un hombre que se declara afín al Betis y que afirma que invertiría en el club de no ser por las medidas judiciales, que considera "ilegales".
