El Betis comenzó a preparar ayer el partido del sábado contra el Villarreal. Una vez finiquitada la racha de seis derrotas consecutivas, Pepe Mel quiere poner fin a la de siete jornadas sin ganar, aunque en su intento se topa con varios obstáculos. El más insistente es el de las lesiones. De los ausentes desde hace semanas, sólo Chica y Amaya volverán a estar disponibles. Mario y Santa Cruz, en cambio, están casi perdidos también para el encuentro de El Madrigal por sendas roturas musculares para cuya curación ha sido insuficiente el parón liguero. Mario padece una microrrotura, mientras que Santa Cruz sufre una pequeña rotura en el cuádriceps. Salvo sorpresa mayúscula, ninguno llegará. Tampoco Momo, en su caso por una elongación en el ligamento lateral externo de su rodilla derecha.
Entre tanta mala noticia, a Mel le queda el consuelo de saber que Isidoro, después de una semana de baja por un golpe en el cuádriceps, regresará hoy a los entrenamientos y por tanto optará a ser titular por tercera jornada consecutiva.
Mientras se aclara el parte, el técnico organizó ayer el primer partidillo y la gran novedad del esbozo de equipo allí apuntado fue el regreso de Salva Sevilla a la formación presuntamente titular. El dato es más relevante si se tiene en cuenta que el damnificado fue Cañas, posiblemente el mejor centrocampista bético en los últimos partidos.
