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Mariscal quiere sorprender y lo logra

Mariscal Tapas (Rochelambert). Creatividad, buenas tapas y vinos en este bar que no se conforma con ser el típico bar de barrio.

el 07 dic 2013 / 00:01 h.

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Juan Antonio y Carlos dirigen Mariscal, una propuesta muy interesante entre los bares de tapas de la ciudad. Juan Antonio y Carlos dirigen Mariscal, una propuesta muy interesante entre los bares de tapas de la ciudad. Rochelambert es extensión de Sevilla, por sus calles se respira el aire de Santa Cecilia en Triana, del Cerezo o El Rocío, la Sevilla de los sesenta. Allí hay un típico bar de barrio y dos jóvenes, primos hermanos, que han querido dar un paso adelante y lo han conseguido desde que abrieron en febrero de 2007. Visitamos Mariscal hará un par de años, desde entonces comprobamos como ha crecido y se ha ido afianzando tanto en la carta de tapas como en la de vinos. Juan Antonio lleva la cocina y Carlos atiende, autodidactas en el sector hostelero, su tesón y ganas de aprender los convierten en una muy interesante propuesta entre los bares de tapas de la ciudad. En una calle tranquila, junto a las principales arterias del barrio, posee una pequeña terraza, ventana a la buena barra de dentro, panelada en madera y mesas también en el salón, en una de cuyas paredes, convertida en negra pizarra, se detallan tapas y vinos. La reforma de los baños ha terminado de rematar un local cómodo y con cierto aire de bar de tapas moderno tipo Alameda, pero, al igual que le ocurre al trianero Puratasca, sin perder ese aire de bar de barrio de toda la vida. Se cuidan los desayunos, también detallados en la pizarra, donde te puedes tomar una tostada con jamón ibérico de Tartessos, buen aceite y un zumo natural de naranja. gastronomia02 Las tapas de la pizarra se van renovando continuamente, hay tapa de la semana, que si adquiere el suficiente amor de la clientela, se incorpora una temporada a la plantilla de titulares. Mientras nos pensamos la tapa, podemos empezar con una Cruzcampo muy fría servida en vaso de barro, que se acompaña con aceitunas y altramuces por cuenta de la casa. Todos los vinos se copean, también se juega al vino de la semana, perfectamente servidos con la temperatura idónea y copas grandes y de buena factura. Se pone especial atención en la nómina a los tintos andaluces, como los sevillanos 2 Juanes y Zancúo, el jerezano Garum o el Sancho Pérez de Conil, la lista se irá ampliando. Para los clásicos, un Ribera Balbás y un Rioja Solabal, aunque hay otras propuestas más innovadoras como los vinos que comentaremos con las tapas. La intención es ir incorporando más denominaciones de origen de las que ya trabajan. En pizarra negra nos llegan unas redondas croquetas de setas y trufa (3,00 euros), con una base de sabroso alioli que potencia el sabor aunque, como le ocurrirá también al solomillo, pone más color que necesidad culinaria. Al morder la croqueta surge una masa cremosa, donde se palpan las setas y nos impregna del aroma a tierra húmeda de sotobosque, ligera, maridando perfectamente con un tinto de Cigales, Viña Cientocinco 2012 (2,80 euros), de la compañía de vinos de Telmo Rodríguez, de bonito color amoratado, con fruta madura en nariz y goloso en boca. El vino también acompañó perfectamente a una generosa tapa de risotto de calabacín (3,70 euros), aromatizado también con trufa, el arroz viene al dente, al igual que el calabacín, muy entero, en su punto, fragante, un arroz de verdura sabroso y ligero a la vez, casi mejor sin las virutas de parmesano, aunque no estorba el queso, que le da potencia al conjunto. Un solomillo al cous-cous (3,20 euros) sigue la buena línea de la cocina, colorista y bien presentado, una carne de cerdo en su punto, tierna y sabrosa que se acompaña perfectamente con un cous-cous con una agradable puntita picante, muy bueno por sí solo. Lo acompañamos con un Antidoto 2011 (3,20 euros), tinto de Ribera de Duero con 11 meses de crianza, con sensaciones de frutas rojas compotadas, tostados elegantes y especiados, con vida por delante, se irá afinando en la botella. Los postres los pone la creatividad de Manu Jara y sus famosos vasitos y latas de Masquepostres. Pero optamos por terminarnos el tinto con un magnífico queso Apolonio manchego, curado, potente, lácteo. Quedándonos con ganas de probar más cosas de la variada propuesta de tapas de este recomendable bar. La ficha

  • Dirección: C/ Puerto del Suspiro, local 2. 41006 Sevilla.
  • Teléfono: 954 070 248
  • Horario: 8.00 a 16.30 y de 20.00 a 24.00. Descansa domingos tarde y lunes.
  • Propietarios: J. Carlos Chacón Mariscal y Juan Antonio Porras Mariscal.
  • Facebook: www.facebook.com/barmariscal.rochelambert www.facebook.com/pages/Bar-Mariscal
   

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