Seis años ya de carrera, cuatro discos en el mercado. El último, Life in the treehouse, marca un giro hacia sonidos más abiertos y luminosos y cuenta con colaboradores de excepción, desde el venerado Rufus Wainwright a amigos cercanos como Suso Sáinz, Rubén y Leiva de Pereza o Jorge Drexler. Con la irresistible Leonor Watling al frente, Marlango demuestra que no tienen la menor vocación de estrella fugaz.
El primer sencillo, The long fall, ya circula en televisiones y en la red con un atractivo vídeo musical dirigido por Pau Dalmases y Gerson Aguerri.
Se mantienen. “Suponemos que mucha gente pensaba que íbamos a ser un producto para dos días, pero que cada uno piense lo que quiera: ni nos molestaba en nuestros comienzos, ni nos molesta a estas alturas. Reivindicamos nuestro oficio como los artesanos, así nos sentimos: trabajamos con las manos, con un lápiz, coleccionando las cosas que nos van pasando y a las que nos gusta acudir de nuevo para compartirlas”.
Inclasificables. “Creemos que las etiquetas son necesarias para las tiendas, nosotros nos limitamos a hacer música de la manera que sabemos. Hay muchas influencias que vienen de sitios muy distintos. Nos encantó recibir un premio al Mejor disco alternativo, porque lo que nos gusta es precisamente cambiar de sitio, ser siempre el invitado extraño, en un festival de pop o en uno de jazz. Nuestro único compromiso es con las canciones”.
Invitados. “El 99 por ciento de las colaboraciones vienen de gente que tenemos muy cerca, amigos con mucho talento, generosidad y, casi siempre, más perspectiva, una mirada más limpia. Rufus Wainwright es la más extraña que hemos tenido, Leonor se tomó un café con él, le invitó a hacer lo que le apeteciera, y el resultado fue muy bonito, porque está muy presente pero no mete los codos. Lo mismo puede decirse de Leo y BenSidran.
En cuanto a Drexler, es un invitado casi obligatorio y es increíble lo que hizo con la guitarra: se llevó la canción más cerca de Cuba de lo que nosotros podríamos estar nunca, aunque nos fuéramos a La Habana. Siempre decimos que sabe endulzar siempre nuestras canciones.
Y con Pereza sentimos que vuelve para el pop la idea de comunidad, que compartimos con ellos, con Iván Ferreiro, con Quique González... Hace falta más clase media en la música española”. Estado de ánimo. “El nuevo aire que aporta este disco tiene mucho que ver con las letras, con las cosas que nos han pasado... Al final, las canciones hablan mucho más de nosotros, aunque intentes defender un discurso en la dirección contraria. Sonamos más optimistas, luminosos y divertidos. Aunque ahora estuviéramos llorando por las esquinas, el modo en que nos sentíamos cuando las compusimos y las grabamos ha quedado ahí, reflejado”. Cantar en español. “No creo que se plantee, pero si surge un buen día, grabaremos en español... O no.
Tampoco cantar en inglés forma parte de un plan, es todo mucho más visceral. El momento ideal para cantar en español será cuando no haya respuesta para la pregunta ¿por qué ahora en español? De todos modos, en directo hacemos versiones de Los Amaya, Radio Futura, Fito Páez, y ahora haremos una de un tema de Golpes Bajos, No mires a los ojos de la gente. Cuando tengamos una letra propia tan buena como esa, la grabaremos”.
Qué llevan ahora en el i-pod. “Óscar es el más freak, lleva a un guitarrista de jazz llamado Tal Farlow, y a un músico de country-psicobilly-punk llamado Hank Williams III; el 90 por ciento de lo que escucha Alejandro es música clásica, junto a cosas que nos gustan a todos, como Sigur Ros o Radiohead; y Leonor escucha a Martin Buscaglia y todo lo citado anteriormente”.
