El español Marc Márquez (Suter), todavía afectado por el fuerte golpe que se propinó en el cuello en los primeros entrenamientos libres, cumplió con las vueltas reglamentarias que debía dar para poder clasificarse para la carrera de Sepang y se bajó de la moto para darse el mayor descanso posible e intentar afrontar en condiciones la penúltima cita de la temporada frente a su gran rival, el alemán Stefan Bradl (Kalex), que fue segundo.
Mientras, sus compatriotas Dani Pedrosa (Honda) y Nicolás Terol (Aprilia) lograron los mejores tiempos de sus respectivas cilindradas para el Gran Premio de Malasia que se disputa el domingo.
El suizo Thomas Lüthi (Suter) fue el autor del mejor tiempo en Moto2 con 2:07.512, unas dos décimas más rápido que Bradl, que tiene una opción matemática de proclamarse campeón del mundo si gana la carrera y Márquez suma menos de tres puntos. El catalán saldrá desde la trigésimo sexta posición en busca de otra remontada antológica.
Dani Pedrosa no cedió ante ninguno de sus rivales y se adjudicó el mejor tiempo de MotoGP a pesar de que el ya campeón del mundo de 2011, el australiano Casey Stoner (Honda), alcanzó la primera posición casi al final de los entrenamientos, en su penúltima vuelta.
Las diferencias respecto a Pedrosa eran exiguas y el español ya había rodado más rápido en las sesiones libres de pruebas, por lo que poco después recuperó la primera posición y ya no la abandonó hasta la bajada de la bandera de cuadros. El catalán, como el italiano Valentino Rossi (Ducati) o el estadounidense Ben Spies (Yamaha), sufrieron sendas caídas sin consecuencias al perder en algún momento de los entrenamientos adherencia el tren delantero de sus motos.
También Nicolás Terol se adjudicó el mejor tiempo, en su caso en los 125cc, por apenas 15 milésimas de segundo respecto a su compañero de equipo, Héctor Faubel, y en la última vuelta, mientras que el francés Johann Zarco (Derbi), el único piloto que matemáticamente puede evitar que este fin de semana se proclame campeón del mundo el piloto de Alcoy, fue decimoquinto.
A Zarco le atenazaron los nervios durante todos los entrenamientos pues a poco de comenzar cometió un error que le hizo rodar por los suelos y en su taller fueron tantas las prisas a la hora de arreglar la moto que algo se quedó suelto bajo el depósito de la Derbi, probablemente el manguito de la gasolina.
Zarco arrinconó su moto y él mismo solventó el problema para continuar la sesión, en la que en ese momento era el último de la clasificación.