El Gobierno de Marruecos considera que "las circunstancias requieren una revaluación del conjunto de sus relaciones con España en todos los ámbitos", según anunció ayer el ministro marroquí de Comunicación y portavoz, Jalid Naciri. La reacción de Rabat llega después de que el Parlamento español pidiera ayer al Gobierno que condene "los incidentes violentos" ocurridos durante el desmantelamiento el mes pasado del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik en El Aaiún. A pesar de este acuerdo parlamentario, el Ejecutivo español reiteró ayer su intención de "mantener las mejores relaciones" con Marruecos.
En su rueda de prensa semanal tras el Consejo de Gobierno, Naciri aseguró que la moción aprobada por el Congreso de los Diputados español "se caracteriza por su hostilidad hacia Marruecos" y "contiene expresiones antimarroquíes que son inaceptables". Según el portavoz, los partidos españoles que han votado a favor de la resolución están movidos por "viejos complejos hacia Marruecos" y utilizan las diferencias con el reino alauí para sacar rédito electoral. "Las fuerzas políticas españolas ponen una vez más a Marruecos en el corazón de la lucha política interna, dentro de una carrera electoral desenfrenada a fin de desviar la atención de la opinión pública española de la profunda crisis económica", subrayó el portavoz.
Asimismo, Rabat lamenta que las Cortes españolas hayan "preferido condenar a Marruecos en lugar de felicitar a las autoridades por la cordura y la responsabilidad que demostraron en los últimos incidentes de El Aaiún, que no provocaron ninguna muerte entre civiles".
Los disturbios de El Aaiún se desencadenaron tras el desmantelamiento del campo saharaui de protesta de Gdaim Izik, y se saldaron con la muerte de 11 agentes de las fuerzas de seguridad marroquíes, según la versión oficial. Aunque Rabat reconoce las muertes de dos civiles vinculadas con estos sucesos, matiza que una de ellas fue producida por un atropello involuntario y otra por un fallo respiratorio de un herido en el hospital.
Hubo torturas. Mientras continúan conociéndose detalles del desalojo. Amnistía Internacional (AI) informó ayer de que en los disturbios en El Aaiún hubo heridos de bala y muchos de los detenidos aseguran haber sido torturados. La investigadora Donatella Rovera indicó a Efe que, según su investigación en El Aaiún entre los pasados 24 y 30 de noviembre, "hubo tres o cuatro casos de heridos de bala de goma durante el desmantelamiento, y otros tres o cuatro de heridos de bala de fuego en circunstancias confusas".
Tras haber regresado de la capital administrativa del Sáhara Occidental, Rovera permanecerá en Rabat hasta mañana y va a preparar un informe sobre los altercados, en el que la cifra de muertos de la que AI dispone coincide con la de las autoridades. La organización no ha podido, sin embargo, confirmar el motivo oficial de la muerte de los dos saharauis ya que en el primer caso no han llegado a saber si el golpe "fue accidental o a propósito", y en el segundo "la familia no tiene un informe médico".
