La nueva dirección de Marsans empezará el martes a negociar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para adelgazar su plantilla con el despido de entre 1.179 y 1.479 personas, es decir, entre el 57% y el 71% de sus 2.079 trabajadores, informó ayer el grupo turístico español, que era propiedad de Gerardo Díaz Ferrán, presidente también de la patronal CEOE, y de su socio Gonzalo Pascual hasta hace algo más de una semana.
Esos recortes forman parte del plan estratégico de negocio para "garantizar la viabilidad y la supervivencia" de la empresa y que ayer fue presentado al comité intercentros por los nuevos dueños de Marsans, que la adquirieron por 600 millones de euros (incluyen 300 millones de deuda).
El plan se sustenta en tres pilares: activar las ventas y recuperar la actividad comercial, la reducción de costes, la reestructuración de la firma y la venta de activos no estratégicos.
El recorte de plantilla es considerado imprescindible por el grupo, ya que "por encima de esos parámetros", tal y como está configurada la empresa, Marsans "no sería viable".
El estricto programa de ajuste de costes y reestructuración de la plantilla es necesario para que Viajes Marsans recupere la actividad comercial y active las ventas, paradas desde el pasado 20 de abril, cuando la IATA retiró al grupo la licencia de venta de billetes aéreos.
La dirección aseguró que durante la presente semana "se han mantenido numerosas reuniones y contactos para restablecer la relación con la IATA y lograr que Marsans pueda volver a emitir billetes de avión".
La reestructuración pasa también por cesar la actividad de los puntos de venta considerados no estratégicos en el plan de viabilidad, y que fuentes sindicales cifran en 250 oficinas, la mitad de las 500 actuales.
