"Por fin en casa. Gracias por todo vuestro apoyo en prisión y que todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad...No?". Con esta frase se suponía que Samuel Benítez, el imputado en el crimen de Marta del Castillo que el jueves salió en libertad provisional, volvía la red social Tuenti. A partir de ahí, se desencadenó todo un movimiento al que contribuyeron durante gran parte del día los medios de comunicación, sin saber que era una estafa.
Unas 50 personas agregaron al joven a su red de amigos y eran muchos los que dejaron comentarios de apoyo. Todas las páginas webs de periódicos y cadenas de televisión se hicieron eco de la noticia, mientras en Facebook se habría otro perfil con la misma foto que figuraba en el Tuenti. Sin embargo, tal y como adelantó elcorreoweb.es, tras estos perfiles se escondía un estafador cuya identidad estaba ya siendo investigadas por las redes sociales.
Según explicó el letrado del joven, Manuel Caballero, "todo eso se trata de basura", negando que su cliente tras salir de la cárcel hubiese abierto estas cuentas porque, entre otras cosas, "no tiene conexión a internet". Pero ya era demasiado tarde. A primera hora de la tarde eran ya casi 270 personas las que habían agregado a Samuel en el Tuenti, donde se generaba una auténtica discusión, con fuertes insultos, entre los que apoyan al joven y los que criticaban su supuesta acción. En Facebook, en cambio, el perfil desaparecía tras conocerse que no pertenecía a Samuel.
Internet ya jugó un papel sin precedente tras la desaparición de Marta. Se crearon diversas plataformas que posibilitaron llevar a cabo varias manifestaciones para pedir su vuelta, entre ellas una en Madrid. Mensajes de apoyo que se multiplicaron tras conocer que Miguel Carcaño había confesado su muerte y que varios amigos, entre ellos Samuel, estaban implicados en el crimen.
Un grupo de jóvenes que se relacionaban habitualmente en el Tuenti, donde colgaban decenas de fotografías en las que todos aparecían juntos, incluidos amigos de Marta que decían no conocer a Carcaño. Las fotos y conversaciones de los jóvenes se difundieron en los medios. Una situación hasta entonces desconocida que provocó la actuación de la Fiscalía que pidió al juez que se retiraran los perfiles de Marta y El Cuco, al tratarse de dos menores de edad.
Así lo hizo Tuenti, pero en la red se creó todo un movimiento en favor de los imputados, en especial de Samuel y de Carcaño. "Todos somos Samuel" era una de las plataformas creadas por los autodenominados samuelistas, en una desafortunada comparación con el lema creado para la búsqueda de Marta. Miguel, pese a que confesó ser el asesino, también tuvo sus apoyos en internet con un blog en el que se instaba a darle una segunda oportunidad. En el mismo aparecieron comentarios de muy mal gusto y falta de respeto a la víctima, por lo que fue cerrado.
Ahora, la salida de Samuel ha reavivado el seguimiento del caso por internet hasta el extremo de falsear una identidad, colgando fotos y datos personales de Samuel.
